El viernes 11 de enero fui invitada a dar una conferencia en Jakin Mina a un público compuesto de estudiantes de 4º de la ESO. Decidí hablar de la situación de las mujeres en las carreras STEM, ya que, como subdirectora de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación y como profesora de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) en los grados de Ingeniería en Tecnologías de Telecomunicación e Ingeniería Informática, soy testigo del bajón de mujeres en estas disciplinas.
La conferencia giró en torno a las causas de esta reducción en el número de estudiantes en carreras STEM, la situación en la UE, en España y en la Universidad Pública de Navarra, en particular.
En la UPNA y en el sistema universitario español prácticamente el 50% de los estudiantes son mujeres. Sin embargo, las estudiantes de las dos Escuelas de Ingeniería de la UPNA (ETSIIT y ETSIA) ronda de media en los últimos años el 23%. Los grados de Ingeniería Mecánica e Ingeniería Eléctrica y Electrónica presentan los porcentajes de mujeres más bajos, por debajo del 12%.
Las causas de esta situación son muy diversas. Por un lado, la educación y la opinión pública siempre han considerado estas carreras como masculinas y desprovistas de efectos sociales. Sin embargo, las carreras STEM sí pueden proporcionar ese elemento social que valoran las mujeres. Además, la sociedad necesita y va a necesitar para el año 2020 profesionales STEM y éstos deberían ser mujeres al menos en un 50%. También está la falta de referentes femeninos para explicar la falta de interés de las chicas por las carreras técnicas. En ingeniería en la Universidad las mujeres están en clara minoría dentro de las plantillas de personal docente e investigador y si no hay maestras, no hay alumnas. De pequeños, la mayoría de las niñas aventajan a los niños en todas las materias, incluyendo las matemáticas. La diferencia en sus comportamientos tiene que ver con la forma de enfrentarse a los retos. Mientras que los chicos piensan que no solucionan un problema porque es difícil, las chicas piensan que es porque no pueden hacerlo. Por otra parte, existe un problema de comunicación. Mucha gente no sabe a qué nos dedicamos exactamente los ingenieros… Tenemos que transmitirles en qué hacemos mejor la vida de todos gracias a la ingeniería, y cómo lo hacemos.
Tenemos que hacer algo para visibilizar a las mujeres que trabajamos en STEM. En este sentido hablé de las acciones de fomento de las ciencias llevadas a cabo por la Real Academia de Ingeniería (RAE), como una campaña de actividades para potenciar la inclusión y la vocación de niñas y jóvenes en este ámbito para desterrar la concepción de que las mujeres que tienen vocación por esas áreas son “bichos raros” o “intrusas”. También comenté las acciones llevadas a cabo por parte de la UPNA, como las charlas de divulgación científica, en las que el profesorado acude a los centros escolares, las Semanas de la Ciencia que se realizan en noviembre y en las que se organizan actividades para diferentes públicos. Además, también está la obra de teatro “Yo quiero ser científica” en la que 9 profesoras de la UPNA damos vida a 9 mujeres científicas del pasado procedentes de carreras STEM, con el fin de visibilizar a estas mujeres que padecieron muchas penurias para poder desarrollarse como científicas. También hablamos de nuestra carrera investigadora actual para poder visibilizar el papel de la mujer actual en la ciencia.
Además, mostré ejemplos de mujeres emprendedoras tecnólogas muy importantes a nivel internacional y también mujeres procedentes de la UPNA que han desarrollado su carrera de Ingeniería de Telecomunicación y han podido llevar a cabo acciones de emprendimiento, creando algunas de ellas empresas o grupos de investigación de gran prestigio internacional.
Para concluir, reflexioné sobre qué acciones pueden fomentar el incremento de mujeres en carreras STEM, haciendo hincapié en que es una labor que involucra a toda la sociedad en general.
Gracias a Jakiunde por permitirme participar en esta experiencia, y haber tenido la oportunidad de enviar este mensaje a una audiencia mayoritariamente femenina muy receptiva y participativa, dispuesta a formularme preguntas y a crear un diálogo.
Pie de foto:
Las profesoras autoras e intérprete de la obra “Yo quiero ser científica”. De izq. a dcha.: Gurutze Pérez Artieda (Maria Sibylla Merian), Aránzazu Jurío Munárriz (Klara Von Neumann), Idoia San Martín Biurrun (Edith Clarke), Silvia Díaz Lucas (Hedy Lamarr), Leyre Catalán Ros (Hipatia de Alejandría), Patricia Aranguren Garacochea (Marie Sklodowska-Curie), Marisol Gómez Fernández (Emmy Noëther), Alicia Martínez Ramírez (Sofia Kovalévskaya) y Edurne Barrenechea Tartas (Ada Lovelace), antes de una de sus actuaciones en el Planetario de Pamplona.