¿CAMBIARÁ NUESTRO MODO DE VIDA TRAS EL COVID-19?

Si bien nadie tiene una bola de cristal para leer el futuro, las personas tenemos hábitos de conducta sobreaprendidos que no son fácilmente modificables. Tras el impacto inicial de un período largo de confinamiento y de una adaptación forzosa a unas circunstancias excepcionales, las personas vamos a intentar retomar nuestro estilo de vida habitual anterior a la pandemia en el ocio, las relaciones sociales, el deporte o el trabajo. Estar recluidos en casa durante unos pocos meses no va a cambiar las rutinas adquiridas a lo largo de mucho tiempo. Otra cosa es que la realidad económica y social resultante de esta crisis nos obligue a una readaptación temporal a un escenario socioeconómico diferente.

Las situaciones de excepcionalidad permiten sacar lo mejor y lo peor del ser humano. La solidaridad con los más vulnerables (con quienes sufren un duelo por la pérdida de los seres queridos, se sienten solas o se van a quedar en una situación de precariedad económica) puede entonces redoblarse. El espíritu colectivo se afianza cuando nos percatamos de nuestra fragilidad como seres humanos, más allá de las fronteras convencionales, y de la inevitabilidad de vivir en la incertidumbre. Así, la familia y la comunidad pueden hacerse más sólidas y corregirse las disfunciones detectadas, por ejemplo en el funcionamiento de las residencias de ancianos o de la Unión Europea.

Toda crisis genera oportunidades para cambiar. El desarrollo del teletrabajo y de la telecomunicación se va a ampliar considerablemente. Ello va a facilitar la conciliación familiar, la disminución de la contaminación ambiental y la reducción del estrés laboral, que puede tener consecuencias positivas sobre la salud, así como la evitación de viajes laborales innecesarios. Hay, por tanto, esperanza tras el colapso.

Imagen Puria Berenji, Unsplash

LA AFECTACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO POR EL COVID-19

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2 produce una enfermedad que denominamos Covid-19, cuyas características principales son la gran capacidad de contagio que tiene el virus, que la mayoría de pacientes infectados no tienen síntomas aparentes o sólo una enfermedad leve con fiebre, tos, mialgias, afonía, pero que alrededor de un 20% de los diagnosticados (probablemente muchos menos que los que están infectados), tienen una neumonía grave, con un distrés respiratorio del adulto con una mortalidad global de entre 1,2 y 10% dependiendo de las series y de los países. La mortalidad de los enfermos con distrés respiratorio es de un 50%. Hay una serie de factores de riesgo que se conocen que un individuo pueda sufrir una enfermedad grave: la edad, la hipertensión arterial, la diabetes junto con otras comorbilidades como enfermedades cardiovasculares, la enfermedad pulmonar y la insuficiencia renal. Los individuos infectados y asintomáticos representan un grave problema epidemiológico, por su dimensión desconocida y por el riesgo elevado de contagio a otras personas sin que ellos mismos sean conscientes de este riesgo.

La impresión actual es que este virus no tiene un gran neurotropismo (capacidad de afectar el sistema nervioso) a diferencia de virus como el de la rabia o el de la poliomielitis. Sin embargo, sabemos que es capaz de producir síntomas neurológicos agudos en algunos pacientes. El trabajo en Lancet Neurology (Mao y col) de la serie de Wuhan, nos dice que de 214 enfermos estudiados, 41% de ellos con enfermedad grave, 78 (36,4%) tuvieron síntomas neurológicos. Estos síntomas pueden ser de tres tipos: por afectación del sistema nervioso central (SNC) como cefalea, mareo, ictus, epilepsia, trastorno del nivel de conciencia; por afectación del sistema nervioso periférico (hiposmia, ageusia, neuralgia), y afectación de los músculos esqueléticos. Los enfermos graves tuvieron más síntomas como ictus, alteración de conciencia o afectación muscular que los leves. Existe también un caso de encefalitis necrotizante en un paciente infectado. Existe la duda de que parte de la depresión respiratoria que tienen los pacientes con el Covid-19 sea por afectación de los centros respiratorios en el tronco cerebral.

¿Esto significa que el virus tiene un marcado neurotropismo? Mi impresión es que al menos a corto plazo, no. Este virus penetra en las células a través de una proteína que es el receptor del enzima convertidor de la angiotensina tipo 2 (ACE2). El virus tiene en su membrana una espícula con dos subunidades, una de las cuales, la S1, interactúa con el ACE2. Esta proteína tiene una gran representación en los pulmones y por ello la prevalencia alta de neumonía y también la presencia de sintomatología intestinal o renal. Las neuronas y la glía tienen receptores ACE2 por lo que conocemos de otros mamíferos, pero no está claro si los virus llegan a unirse a estos receptores cerebrales.

La diseminación del coronavirus ocurre por su paso a la circulación sistémica, y esto podría inducir afectación de todos los órganos que tienen el receptor ACE2. El cerebro tiene la protección de la barrera hematoencefálica (BBH) pero por los estudios de las autopsias de los pacientes fallecidos (no excesivas hasta el momento) existe afectación del endotelio de la microcirculación cerebral, líquido cefalorraquídeo, glía y tejido neuronal. Otra posibilidad es que el virus que está en la nariz, penetre por la lámina cribiforme del etmoides al bulbo olfatoria y a través de él, alcanzar otras zonas del cerebro. La afectación olfativa de algunos pacientes, reconocida como síntoma, podría sugerir que esta podría ser una vía magna de infección del SNC a través del tracto olfativo desde el epitelio nasofaríngeo donde el virus se reproduce. Estas neuronas olfatorias se regeneran rápidamente y de ahí que la hiposmia no sea una secuela permanente. La alteración del gusto es casi con toda seguridad consecuencia de la afectación del olfato, puesto que la mayoría de la percepción gustativa la realizamos a través de la olfacción retronasal.

El dolor de cabeza es muy frecuente en pacientes con tos y en los que están con concentraciones de carbónico altas en sangre. Sin embargo, algunos pacientes sin trastorno respiratorio refieren una cefalea gravativa con signos de meningismo que podrían sugerir una participación meningoencefalítica que es más evidente en algunos casos.

Por otro lado, los pacientes intubados y sedados con un respirador pueden presentar una complicación neuromuscular, denominada la polineuropatía del enfermo crítico, con destrucción muscular, independientemente de la causa aunque en ese contexto una polineuropatía inflamatoria del tipo Guillain-Barre podría quedar oscurecida por el trastorno del nivel de conciencia, sea por la hipoxia o hipercapnia o por la sedación asociada a la intubación.

Los ictus son una consecuencia de las lesiones vasculares y de los trastornos de coagulación que pueden ocurrir en pacientes que sufren una enfermedad grave.

Todos estos datos muy preliminares y extraídos en un contexto de medicina de guerra, en muchos casos sugieren que la posible afectación del sistema nervioso por este virus no es una cuestión cerrada y que debería ser cuidadosamente monitorizada ya que algunos de estos síntomas pueden quedar oscurecidos en el contexto de un paciente grave e intubado en una UCI. Por otro lado, resulta prudente recordar que tras la pandemia de la gripe de 1918, una significativa porción de pacientes supervivientes sufrieron una grave complicación tardía cuya relación con la infección solo pudo ser sospechada. Se trataba de un cuadro encefalítico tardío conocido como encefalitis letárgica de Von Economo, con su secuela de parkinsonismo post-encefalítico que tan bien describe Oliver Sacks en su novela Despertares. Sería prudente mantener un registro de los casos ingresados y realizarles algún tipo de control pasados unos meses o al menos tener in mente esta posibilidad de una complicación tardía.

Da la impresión de que la gravedad de esta enfermedad viene desencadenada por la cascada inflamatoria que produce en algunos individuos, con una liberación de citoquinas exagerada, similar a lo que ocurre en otras situaciones como en el rechazo de trasplantes. Esta enfermedad con afectación pulmonar y circulatoria grave induce una alteración de la oxigenación del cuerpo entero, incluido el cerebro, alteración de la homeostasis posiblemente responsable de un gran número de síntomas neurológicos, sin descartar que como parte de la reacción inflamatoria general el SNC sea escenario de esta reacción, lo que tiene indudables consecuencias respecto al tratamiento a instaurar que podría incluir algunas medidas contra-intuitivas en el contexto de un proceso infeccioso como sería la inmunodepresión activa.

En general, como conclusión diría que es cierto que los pacientes con Covid-19 tienen una gran cantidad de síntomas neurológicos, como en todos los pacientes que entran en las UCIs por diferentes motivos. Hace años nosotros hicimos un estudio aleatorio en los pacientes ingresados en la UCI de nuestro hospital, y la prevalencia de síntomas y signos neurológicos explorados de forma sistemática fue muy alta (de alrededor de un 40%) con síntomas como temblor, alteración cognitiva sutil o neuromuscular muy frecuente, producidos por cualquier enfermedad grave o por los fármacos que se utilizaron. La hiposmia está relacionada con la alteración del epitelio olfatorio y de las neuronas especiales que allí se encuentran. Se requieren más autopsias completas del cerebro y médula espinal para poder conocer la afectación del sistema nervioso en los pacientes infectados por el virus, pero hasta hoy no hay evidencia de que el virus provoque, excepto casos anecdóticos, lesiones cerebrales permanentes por la alteración directa del sistema nervioso.

Evolution, disease and the colors of human skin

Photograph: Txabi Gaztelu.

Biological anthropologists are interested in human diversity, of any type. But unlike naturalists of previous centuries, we can now do more than just describing it. Advances in molecular and bioinformatics techniques allow us to investigate how human diversity arose and which were the molecular, genetic and evolutionary mechanisms that shaped it. In particular, genetic diversity is of paramount importance because it constitutes the raw material for evolution. Without diversity we could not evolve, we could not adapt to a fluctuating environment. A species without genetic diversity is doomed to extinction, as one thing is certain, the environment will always be changing.

Usually evolution is understood as a process that leads to better adapted individuals, i.e., individuals with a better rate of survival and reproduction in a given environment. But it is important to remark that evolution is not an engineer: evolution lacks foresight and consequently, does not plan in advance. This is what the Nobel Prize Jacques Monod called “Evolution by tinkering” (Jacob F, 1977). Instead, when facing an environmental challenge, evolution does what it can with the ‘material’ available at the moment. This ‘material’ consists of the repertoire of genetic variants in the population, our genetic diversity, which has been produced by random mutation, (and recombination to a certain extent). But Natural Selection never induces these changes to happen. Natural Selection just sieves those haphazard changes at the DNA level that improve adaptation from those which do not, although it is also important to have in mind that sometimes evolution randomly favors some changes over others. This random effect is normally inversely correlated with the population size, and thus selection is more effective in big populations. In any case, tinkering implies that the solutions found by Natural Selection may not be optimal, but rather, just enough to keep going. As a consequence many adaptations lead to evolutionary trade-offs that convey adverse consequences for our health at a post-reproductive age, which is also a topic of interest and active research (evolutionary medicine).

In this regard, one of the aspects in which we humans are conspicuously diverse is in the color of our skin. Skin color has been (and still is) at the base of much suffering and pain along human history because it has been used to justify wrong ideas about supremacy of one group of people over another. Of course, other non-biological traits, like wealth, religion or political ideas have also been excuse to the violation of human rights, but unlike these, only skin color is susceptible of objective evolutionary analysis.

Skin color is a continuous trait, which means that watertight classification clusters like ‘white’ or ‘black’ or ‘yellow’ are not applicable to skin color. I recommend a visit to Angelica Dass’ “humanae-project” web page (https://www.angelicadass.com/humanae-project/), where we can see that humans show a rich palette of skin colors. Although it is true we can recognize some people as “white” or “black”, we may nevertheless find difficulty in categorically classifying many others. The boundaries between the colors are blurred and arbitrarily set.

Thus, in the following I am going to try to argue that due to the African origin of our species, we ultimately are all Africans under our skin, and that, despite our skin color, our blood is equally red, our flesh is equally pinkish and our skeleton equally white. Consequently, we must consider skin color simply as the result of an adaptation to the environment.

The cellular basis of skin pigmentation

The pigmentary molecule responsible for our skin color is called melanin, which is in fact a complex mix of polymers. Melanin is produced in the external layer of our skin, the epidermis, which is mostly composed of cells called keratinocytes, but also includes a small proportion of another cell type, melanocytes, which are the cells that produce melanin within specific organelles called melanosomes. Melanocytes are dendritic cells, meaning that they show many ‘arms’, which they need in order to distribute melanosomes to a set of several tens of surrounding keratinocytes. Within keratinocytes, melanosomes distribute like an umbrella around the external face of the nuclei, maximizing thus the protective effect on DNA, which resides in the nucleus. We might then expect that the differences in skin pigmentation between different people are due to a different number of melanocytes on the skin. But this is not so. In fact, although different areas of the skin may have different densities of melanocytes, the same skin area in people of light and dark skin has the same density of melanocytes. The difference comes instead from the types of melanin synthesized. Thus, while dark skins have a greater proportion of dark melanin (eumelanin), light skins have a greater proportion of light melanin (pheomelanin, which is browner, or reddish). Besides, eumelanosomes tend to be single entities, while melanosomes consisting of pheomelanin are clustered in groups of several smaller membrane-bound groups of melanosomes called ‘melanosomal complexes’.

How we got a colored skin

Many of you may have a dog, or a friend who has a dog. You may have noticed then that if you delve into the thick layer of hair, their skin is usually pink or white, i.e., lacks color. Similarly, we also were furry animals once, with an unpigmented skin under our layer of hair. Thus, we can say that at the beginning of the process of becoming humans our skin was unpigmented. But this was to change soon after we started to walk on two feet. This is thought to have happened about 6-7 million of years ago (mya). Specimens like Sahelanthropus tchadensis (~7mya), Orrorin tugenensis (~6mya) or Ardipithecus ramidus (4.2mya) show already morphological traits indicative of an incipient bipedalism, i.e. they possibly could combine dwelling on the trees and walking on the ground, even though inefficiently. We had to wait until ~2mya to develop full bipedalism, and then another advance, endurance running. This means that we can run long distances at a moderate speed. This is a demanding exercise that has a side effect: it increases our body temperature. To cool off our body, evolution favored two complementary strategies: on the one hand, we developed a huge number of sweating glands (eccrine glands to be precise), which can produce up to 3L of water per hour. All this water goes to the surface of our body where it evaporates. Evaporation is an endothermic process, which by using the heat of the body can transform liquid water into water vapor, cooling of the skin as a result. On the other hand, an efficient evaporation of sweat demands a skin without hairs, and consequently evolution further favored a naked skin. But losing our protective layer of hair means we are now naked against the noxious effects of sunlight, in particular of ultraviolet (UV) radiation. And this alternative strategy consisted on darkening our skin.

What evidence do we have that a dark skin is photo-protective? And photo-protective against what, exactly?

There are several hypotheses that attempt to explain against what is skin color protecting us. One of them claims that melanin, by acting as a shield against the damaging spectrum of sunlight (UV radiation), prevents the degradation of important circulating molecules, like folate, which is essential for normal development of the embryo (Jablonski and Chaplin, 2000). Without excluding this possibility, my favored hypothesis is based on the protection that skin color offers against skin cancer (see Greaves 2014; but see also Jablonski and Chaplin 2014). What evidence do we have for it? Well, if we compare the incidence of skin cancer on individuals of different skin color but, importantly, living in the same environment, like North Americans of European origin (light skinned; EUR-US) and North Americans of African origin (dark skinned; AFR-US), we can see that the incidence in non-melanoma skin cancer is 50 times higher in EUR-US. The incidence of melanoma skin-cancer is also 10 times higher. Similarly, Australians have one the highest incidence of skin cancer in the world. But I am not referring to Australian aborigines, who have a dark skin, but rather to the Australian descendants of the European/British settlers, who originally have light skin as a result of adaptation to Northern latitudes (and low sun radiation).

All this evidence proves that pigmentation protects us from disease, and hence, has biomedical value. But, has it also an evolutionary value? In other words, has dark pigmentation offered some reproductive advantage along our evolutionary history? Because, if a disease tends to occur in our old age it may kill us but it is not significantly affecting our reproductive success, as we already are past our reproductive age. Only if a disease dwindles our ability to produce descendants, then it has selective value, because the ones than are more protected against it will leave more descendants, and with them, their ability (genetic variants) to overcome the effects of that disease. In this regard, skin cancer is considered to occur typically in our old age, which would apparently imply that dark pigmentation has no selective value. However, when talking about evolution we need to consider long times, perhaps thousands or tens of thousands of years back into our history. We must imagine ourselves, light skinned Europeans, in equatorial Africa, under intense solar radiation and without the benefits of an advanced health institutions, facilities and professionals. Perhaps, a good proxy for that scenario could be to observe and compare what is the situation of people with albinism in some African present-day countries. In Africa, with a ten times more intense solar radiation than Europe, 100% of people with albinism less than 20 years old (yo) have pre-cancerous lesions, and 90% of them die by the age of 30yo due to skin cancer lesions (Marçon and Maia, 2019). Consequently, it seems just logical to conclude that dark skin has evolutionary value.

Then, how come we are not all dark skinned?

Paleontological and genetical evidence indicate that all non-African are the result of a migration out-of-Africa that took place some ~100kya. Early Homo sapiens settlements outside Africa, although ephemeral, can be found 100-90kya at the sites of Qfzeh and Skhul, in Israel, and perhaps even earlier, as suggested by the remains of Apidima Cave, in Greece, dated ~200ky (Harvati et al, 2019). However, the full colonization of Europe may have started later, 40-50kya. This migration implied that humans adapted to equatorial Africa started to settle in northern latitudes, where sun radiation, in addition to being much less intense, also suffers seasonal variation (summer/winter). It turns out that under these environmental conditions a dark skin poses some challenges.

These challenges stem from the ability of our skin to synthesize the precursors of vitamin D. This is relevant, because as Holick and Chen (2008) warn us, Vitamin D deficiency is at the base of many health issues, like rickets in children, osteopenia, osteoporosis, fractures in adults, increased risk of common cancers, autoimmune diseases, hypertension, and infectious diseases. But vitamin D synthesis depends on enough UVB entering the skin to ignite the metabolic processes that lead to biologically active vitamin D. However, in regions of low sun radiation, a dark skin will prevent the already scant UVB from entering the skin, which will substantially reduce the amount of vitamin D that will be synthesized. To get an idea of this effect, in the United States scientists (Kumar et al. 2009) have shown that dark-skinned children have about ten times higher risk of vitamin D deficiency than light skinned kids. This increased risk may have driven selection to favor skin depigmentation in northern latitudes. And in fact, population genetic analyses have shown that variants in pigmentation genes that lead to light skin have actually been under positive (Darwinian) selection. And, interestingly enough, these same genetic variants are found also to be associated to an increased risk of melanoma in genetic epidemiological studies (López et al, 2014). So that, in short, in northern latitudes there was an evolutionary pressure for skin depigmentation, most likely in order to synthesize the right levels of vitamin D, the benefits of which outcompete the negative effects of an increased risk of dying from skin cancer.

Other types of skin color variation

There are some other pigmentary conditions that lay outside of what is considered the normal range of skin pigmentation variation. Among these, vitiligo, which affects ~0.5-1% of the world’s population, causes a patchy loss of skin pigmentation, which is due to the attack of the individuals’ immune system to their skin melanocytes for reasons that are not clear, but may be both environmental (some type of stress) and genetic. Vitiligo does not normally affect the health of people having this condition, unless it goes accompanied by other autoimmune reactions, but may nevertheless pose esthetical and social issues.

Autoimmunity also can cause Addison disease, affecting ~1 per 100,000 people in the world. Contrary to vitiligo, Addison disease can be life-threatening and may also result in hyper-pigmented areas on the skin. In this case, the immune system of the individual attacks not the pigmentary cells, but the adrenal glands, disrupting so the production of several hormones, including cortisol. Cortisol is a hormone that is released in response to stress and low blood-glucose concentration. If the pituitary perceives a drop in cortisol levels it will attempt to stimulate the adrenal cortex by producing adrenocorticotropic hormone (ACTH). ACTH derives from the cleavage of a precursor molecule PMOC (pro-opiomelanocortin). But POMC can be alternatively cleaved to produce alfa-melanocyte stimulating hormone (aMSH) which, as the name suggests, is a molecule that stimulates melanocytes, hence the possible dark color in the skin.

Finally, we will dedicate some words in this shortlist to albinism. It affects about 1 in 17,000 people in Europe, but seems to be more frequent in some sub-Saharan countries, like Tanzania, Burundi and Malawi. Albinism is caused by any of hundreds of different mutations in a total of ~20 different genes (Martínez‐García and Montoliu, 2013). Thus, albinism is a heterogeneous group of congenital conditions. In addition, it constitutes an example of how a single mutation can produce a diverse set of consequences in human phenotype and health. On the one hand, affected individuals typically have very fair skin and white or light-colored hair. In people with albinism living in regions of high solar radiation and low protection, long-term sun exposure produces sunburns and greatly increases the risk of skin damage and skin cancers, including melanoma, as we have mentioned above. On the other hand, people with albinism also tend to have eye abnormalities as a consequence of a lack of a well-developed fovea (a small pit in the macula, in the retina of the eye), which is rich in photoreceptor cells called cones. Photoreceptors are cell types able to transform light into information to the brain, and can be of two types, cones and rods. Cones respond to bright light and rods are instead responsible for vision in dim light. People with albinism also have a deficit of rods; they also show reduced pigmentation of retinal pigment epithelium cells, misrouting of the optic nerves at the chiasm, reduced pigmentation in the iris, problems with focusing, and depth perception, photophobia and nystagmus (involuntary eye movement). Interestingly, all these visual defects and lack of pigmentation have a common origin in the inability to metabolize properly the aminoacid tyrosine, which is a compound at the beginning of the metabolic route leading to melanin. It has been shown that it is not melanin itself which cause visual impairment in people with albinism, but an intermediate compound called L-DOPA (although lack of melanin still remains the factor responsible for the lack of pigmentation in albinism). There is nevertheless some hope for people with albinism, as in transgenic mice models it has been shown that L-DOPA is enough to restore the visual function in mice with albinism of type OCA1A (Montoliu, 2019).

However, perhaps a more devastating effect of albinism in human health comes from the attacks that people with albinism suffer in some countries of Africa. In these countries, body-parts of people with albinism are considered ‘lucky charms’ (like a horseshoe, rabbit foot…) and consequently they are chased and amputated alive, or their tombs desecrated, to trade with their body parts, even by their own family; or they are raped, in the believe that it protects against AIDS. The European Parliament has strongly condemned this type of indiscriminate crime against persons with albinism, as these attacks are also crimes against humanity (see the European Parliament resolution on Situation of people with albinism in Malawi and other African countries (2017/2868(RSP) https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/B-8-2017-0544_EN.html)

Conclusion

Evolution is a constant race in the hamster-wheel that is the ever-fluctuating environment. In this context, skin pigmentation should be understood as one of the many strategies that have allowed Homo sapiens to be a successful species and spread all over the world. Pigmentation is thus an adaptation, and as such it is not a biologically valid trait to classify humans in closed boxes, and it is not biologically associated to intellectual ability or morality. We must remember that we are all descendants of a species that originated in Africa, and as a consequence, all non-Africans are just African migrants. In Nina Jablonski’s words, pigmentation is a clear evidence of evolution by natural selection, right on our bodies (https://www.ted.com/talks/nina_jablonski_skin_color_is_an_illusion).

 

References

Greaves M (2014). Was skin cancer a selective force for black pigmentation in early hominin evolution? Proc R Soc B 281, 20132955. doi: 10.1098/rspb.2013.2955.

Holick MF and Chen TC. (2008) Vitamin D deficiency: a worldwide problem with health consequences. Am J Clin Nutr 2008 Apr;87(4):1080S-6S. doi: 10.1093/ajcn/87.4.1080S

Jablonski NG and Chaplin G (2000) The evolution of human skin coloration. J Hum Evol 39:57–106. doi:10.1006/jhev.2000.0403

Jablonski NG and Chaplin G (2014) Skin cancer was not a potent selective force in the evolution of protective pigmentation in early hominins. Proc Biol Sci 281:20140517. doi: 10.1098/rspb.2014.0517

Jacob F (1977) Evolution and Tinkering. Science 196:1161–1166. doi: 10.1126/science.860134

Kumar J, Muntner P, Kaskel FJ, Hailpern SM and Melamed ML (2009) Prevalence and Associations of 25-Hydroxyvitamin D Deficiency in US Children: NHANES 2001–2004. Pediatrics 124:e362–e370. doi: 10.1542/peds.2009-0051

Harvati K, Röding C, Bosman AB, Karakostis FA, Grün R, Stringer C, et al. (2019) Apidima Cave fossils provide earliest evidence of Homo sapiens in Eurasia. Nature 571:500–504. doi: 10.1038/s41586-019-1376-z

López S, García O, Yurrebaso I, Flores C, Acosta-Herrera M, Chen H, et al. (2014) The Interplay between Natural Selection and Susceptibility to Melanoma on Allele 374F of SLC45A2 Gene in a South European Population. PLoS ONE 9(8): e104367. doi.org/10.1371/journal.pone.0104367

Marçon CR and Maia M (2019) Albinism: epidemiology, genetics, cutaneous characterization, psychosocial factors. Anais brasileiros de dermatologia 94:503–520. doi.org/10.1016/j.abd.2019.09.023

Mártinez‐García M and Montoliu L. (2013) Albinism in Europe. J Dermatol 40: 319–324. doi.org/10.1111/1346-8138.12170

Montoliu L (2019) ¿Qué sabemos de? El albinismo. Ed. Los libros de la Catarata. Madrid. ISBN978-84-9097-704-0.

ORKESTRA SINFONIKO HANDI BATEN SUKALDEAN

Meisterkonzert Bregenz_Baskisches Nationalorchester © Udo Mittelberger

 

Eta zuk zer gehiago egiten duzu?

Eta zuk zer egiten duzu? Esaldi hau beti entzun izan dugu Musika/Dantza inguruan gabiltzanok.

Azken aldian German Ormazabal pianista edo Jon Maya dantzariari ere entzun diet, eta nik ere askotan entzun dudala gogorarazi didate.

Gaztetan Kontserbatoriora joaten ginenean edo eta talde desberdinetan jotzen genuenean, gure ingurukoak honako hau esatera ausartzen ziren normaltasunez: Eta zer gehiago egiten duzu??

Kasu askotan egia da beste gauza batzuk ere egin edo estudiatzen genituela. Gizarteak orokorrean zuen kontzientzia hori gure gertuko ingurunean ere txertatuta zegoela esan daiteke: musika/dantza ongi zegoela baina, badaezpada ere, “serioago edo produktiboago” zen beste zerbait estudiatu behar zela, gero horretaz bizi ahal izateko.

Nik neuk entzundako esaldiak: Musika eta zer gehiago egiten duzu?Orfeoia”z aparte lana egingo duzu ba?? Jardunaldi osoan egiten al duzue lan? Horretaz bizi al daiteke?? Zenbat zarete, 100?? Publikoa astean zehar kontzertuetara, operara… joaten al da????

Aitortu beharra dut profesionalki mundu honetan sartzen zarenean ohartzen zarela Amateur/Profesional izaeraren desberdintasun sakonaz, nahiz eta noski bi munduak ongi beharrezkoak eta osagarriak diren.

Baina Musika Sektore bat ere bada: legeak, konbenioak, langileak/musikariak, bakarlariak, zuzendariak, artisten agentziak, konposatzaileak, kopistak, luthierrak, instrumentuen fabrikak, partiturak, editorialak, musika-dendak, antolatzaileak, auditorioak, teknikariak, akomodatzaileak, emergentzia zerbitzuak, ostalaritza zerbitzuak, musika-eskolak, kontserbatorioak, diskoak, irratiak, telebistak, prentsa, komunikazio agentziak, inprentak, garraioa… horiek guztiek lan egiten dute bertan.

Zorionez, espektakuluen sektoreak Euskal Herrian azken 30 urtetan garapen garrantzitsua izan du, baita Ekonomian eragina ere. Auditorio berriak sortu dira, publikoa sendotu da eta berria ere sortu da, profesionalizazio bat egon da maila guztietan. Guzti horrek Sektorea errekonozitzea ere ekarri du. Gaur egun ez da hain arraroa musika edo beste arte batzuetatik bizitzea.

Eta zer da Orkestra bat? Zer da Euskadiko Orkestra?

Mundu hau sakonago ezagutzen ez bada, beste hainbat galdera etor daitezke: Orkestra Sinfonikoa zer da? Zein diferentzia daukate Orkestra Sinfonikoak, Orkestra Filarmonikoak, Kamera Orkestrak, Enssemble Kontenporaneoek…? Zer lan egiten du Orkestra batek? Zein estruktura dauka Orkestra batek? Zenbat pertsonek osatzen dute Orkestra bat? Zer musika instrumentuk osatzen dute Orkestra? Zer errepertorio jotzen du Orkestra batek?

Aurreko galdera eta beharrei erantzuteko sortu zen Euskadiko Orkestra – Basque National Orchestra.

Euskadiko Orkestraren helburua da Artea eta Musikaren bultzatzailea eta zabaltzailea izatea. Horretarako bitartekoak ditu Kontzertu Sinfonikoak, Operak, Hezkuntza mailako kolaborazioak, grabaketak… Euskal Herri osoan garatzen du bere jarduera: Gipuzkoa, Bizkaia, Araba, Nafarroa eta Iparraldea. Eta internazionalizatzeko asmo argia du: bai barnerantz (partaideen aukeraketa internazionala) eta bai kanporantz (birak, grabaketak…).

Orkestra-ren Kontzeptua

Gaur egungo Orkestren kontzeptua unibertsala da, mundu mailakoa.

Gutxi gora behera Orkestra profesional guztiek antzera egiten dugu lan. Agian 2-3 bariante izan ditzakegu modelo eta gestio modutan, baino modeloak eta merkatua ezagututa, denak antzekoak gara. Denok antzeko arazoak ditugu eta gauza berdinekin egiten dugu algara.

Orkestraren ezaugarriak:

  • Zuzendari Musikalak: arduren definizioa, ezaugarriak, perfila, aukeraketa prozesuak, aukeraketa prozesuen garrantzia…
  • Partaideen aukeraketa: instrumentu ezberdinen audizioak egiteko moduak, partaideen ezaugarriak, ezarritako helburuak…
  • Zein merkatu dauden Orkestren atzean: Lan-harremanak, artistak (konposatzaile eta interpreteak), autore eskubideak, interprete eskubideak, partiturak (erosketa edo alokairuak…), ikus-entzunezkoen mundua, mundu digital instantaneoa…
  • Orkestra baten publikoa.

Azken gai honetaz asko pentsatu eta hitz egiten da. Orkestrak XIX. mendeko talde zaharkituak dira ala ezinbesteko zerbitzu kulturalak, iragana, oraina eta geroa landu eta zabaltzeko? Publiko nahikoa ba al dute Orkestrek, Operak, Balletak…? Nola gaztetu eta erakarri publiko berria eta interes berriak: patrozinioak, publizitatea, mundu digitala…?

Bide horretan gaude Orkestra guztiak.

Kode-poesia: programazioa literaturara hurbilduz

Literaturak, beste arlo ezberdin askok bezala, adierazpide ezberdin ugari dauzka. Testuaren luzeratik hasita idazkera estilo edo formaraino, asko dira literaturak onartzen dituen ala literatura kontsideratzen diren lanak. Noski, literaturatik hasita beste disziplina batzuetara pasatzen diren lanak ere badaude, eleberri bat antzerkiratu edo zinemaratzean gertatzen den bezala.

Konbinazio horietan badaude batzuk argiago ikusten direnak edo, beste era batera esanda, naturalagoak egiten direnak, aipatutako bi adibideen kasua. Hala ere, badaude beste batzuk ere. Konexio-ez-hain-natural horietan literatura eta informatikaren artean ematen dena sar genezake. Informatika gure egunerokoan oso presente dagoela argi dago, eta gero eta presentzia handiagoa edukiko duela ere bai. Bestalde, literatura “eskuz” egiten den eta sormenarekin oso lotuta dagoen ekintza bat da, eta horrek zaildu egiten du binomio hori osatzea, automatikoki sortzea erronka handia delako.

Beste ezer baino lehen, literatura eta informatikak lotura daukate duela urte batzuetatik hona, informatika literaturaren zabakulderako erabiltzen hasi zen momentutik: argitaletxeen webguneak, idazle eta idazlanen inguruko datu-baseak, edota ebook-a bera. Literatur lanen inguruko ikerketak egin dira informatikaren munduan, idazlanen konplexutasuna, aberastasuna edo gai mota automatikoki aztertzeko helburuarekin.

Baina artikuluaren gaiaren muinari helduta, informatika-literatura bikoteak duen potentzial handietako bat literatur lanak automatikoki sortu ahal izatea da. Argi dago automatikoki sortutako lan horiek gizakiek ulertzeko modukoak izan beharko liratekeela. Ez du balio hitzak bata bestearen jarraian zentzurik gabe jartzeak, alegia. Gureari dagokionez, horretarako esperimentu batzuk egin dira euskaraz dagoeneko.

Orain arte euskaraz sona gehien eduki duena BertsoBot izan da, puntua edota oinak emanda bertsoak bere kabuz sortzeko (eta kantatzeko) gai den robota. Kasu honetan, baina, hitzak bata bestearen atzetik lotu ordez, corpus batetik ateratako esaldiak segidan jartzen ditu. Corpus hori Euskaldun Egunkariaren artikulu eta Bertsolari Txapelketetan transkribatutako bertsoekin osatu zen, esaldien egokitasuna aldez aurretik zehaztuta. Bertso-robot guztiz autonomo bat lortzeko falta da oraindik, hortaz.

Kode-poesiari ekitean sorkuntza ez da automatikoa. Sorkuntza beste edozein idazlanekin bezalakoa da, pantailaren aurrean idazten hastean edukitzen diren blokeoak barne. Nola egiten da ba, kode-poesia? Azaltzen erraza da. Kode-poesia beste edozein poesia bezalakoa izan daiteke, baina programazio lengoaia batek arautuko ditu gure aukerak/mugak. Zergatik? Programazio lengoaia bakoitzak bere idazkera berezia daukalako eta gure poesiak bere arauak jarraitu beharko dituelako. Hau da, gure kode-poesia programa bat balitz exekutatuz gero ez luke errorerik eman beharko. “Programa” horrek gero ez du zertan emaitza bat itzuli, nahikoa da zuzena izatearekin.

Azaldutakoa hobe ulertzen da adibide sinple batekin:

while (true)  

{

  System.out.println(“Ezerk ez du irauten betirako”);

}

Adibide horrek Java programazio lengoaiaren arauak jarraitzen ditu, eta ez du errorerik ematen. Kasu honetan, martxan jartzen badugu Ezerk ez du irauten betirako esaldia erakutsiko du pantailan behin eta berriz (ez da beharrezkoa emaitzarik ematea). Goiko adibidean pantailan esaldi hori idatziko du behin eta berriz, betirako iraungo balu bezala, memoria agortu eta azkenean programa eten behar den arte. Arrazoi du, Ezerk ez du irauten betirako.

Kode-poesiak forma eta estilo ezberdin ugari izan ditzake, batzuk bisualagoak dira, beste batzuk ulertzeko programazioa jakitea beharrezkoa da, eta badaude kode-poesiak edonork uler ditzakeenak, baina hori da funtsean, programazio eta poesiarekin jolastea. Asmo horrekin sortu genuen kodepoesia.eus ataria, jendeak euskarazko kode-poesiarekin egindako saiakerak bildu eta horrek era berean jende gehiago parte hartzera animatzeko.

Zuk ere parte hartu nahi duzula? Webgunean duzu horretarako aukera. Ez dago modu oker edo zuzenik, beraz, bidali ekarpenak beldurrik gabe.

El penoso año 1936 y la crisis tras el “incidente del Paraninfo” en el final de la vida de D. Miguel de Unamuno

      

       

El “incidente del Paraninfo”

D. Miguel sufrió directamente las consecuencias trágicas del desgraciado año 1936 que ensangrentó a España. Además del horror de ver y sufrir en sus amigos y próximos la brutalidad de los “hunos y de los hotros” se encontraba muy solo pues añoraba intensamente a su esposa fallecida, estaba muy preocupado por la suerte de sus hijos que habían quedado en Madrid y por acuciantes problemas económicos.

Son numerosas las versiones que se han elaborado sobre lo que aconteció durante el “Incidente del Paraninfo”. La versión que se ha dado en llamar “canónica” es la que procede de un artículo de Luis Portillo en la revista Horizon de Londres1. Esa versión es la que después hicieron popular varios escritores que la recogieron en sus obras, como Hugh Thomas en su Historia de la Guerra de España y Carlos Rojas o Ricardo de la Cierva en sus biografías de Unamuno. Sin embargo, otros biógrafos como Emilio Salcedo2 o el matrimonio Rabaté3,4,5 han ofrecido diferentes relatos de lo acontecido. Severiano Delgado6 ha llegado a la conclusión de que el artículo de Portillo fue puramente propagandístico. Según Portillo, Millán-Astray pronunció un encendido discurso ensalzando la guerra y los valores militares, a lo que Unamuno contestó con otro discurso no menos lírico (“este es el templo de la inteligencia y yo soy su sumo sacerdote…”) y además audaz, llamando inválido al general. Pero Delgado asegura que todo ello fue una invención de Portillo, cuya intención en aquel momento crítico de la II Guerra Mundial era la de confrontar la violencia de los militares con el mundo de la intelectualidad, tomando a Millán-Astray y a Unamuno como sus respectivos arquetipos y sin ninguna intención de rigor histórico.

Una idea más aproximada de lo que ocurrió en el Paraninfo se puede extraer de los testimonios que han dejado algunos testigos presenciales como José Pérez-López Villamil7, Eugenio Vegas-Latapie8 y José Mª Pemán9. Incluso el propio Millán-Astray dejó un informe de lo ocurrido que resulta interesante de consultar10.

Era el 12 de octubre y se celebraba el día de la Raza (o de la Hispanidad, según Unamuno y otros preferían). Hay un acuerdo casi general sobre lo que ocurrió en la primera parte del acto en el Paraninfo de la Universidad. Presidía la mesa D. Miguel, que tenía la representación de Franco. Le acompañaban el cardenal Plá y Deniel y el general Millán-Astray como se confirma en la única mediocre fotografía que se ha publicado de aquel acto (fig. 1). Dña. Carmen Polo llegó tarde y, al parecer, Pemán le cedió su puesto en la mesa. Los cuatro oradores previstos en el programa, José María Ramos y Loscertales, Vicente Beltrán de Heredia, Francisco Maldonado de Guevara y José Mª Pemán, hicieron sus discursos en el modo esperado, ensalzando las glorias de la patria, el imperio, la raza, etc. Maldonado, además, hizo alusiones a la guerra internacional que se estaba llevando a cabo en España en defensa de la civilización cristiana, contra los antipatriotas, los separatistas vascos y catalanes, etc. Entonces, D. Miguel sacó del bolsillo una carta, que en demanda de gracia le habían dado para hacerla llegar a Franco, y en su dorso escribió, junto a los nombres de los oradores, una serie de palabras o frases (fig. 2) que fueron la base del pequeño discurso que pronunció a continuación, pero no como dijo Portillo en respuesta a Millán-Astray, puesto que este no había tomado la palabra.

Los testigos presenciales discrepan en los detalles de las palabras de Unamuno pero, en lo esencial, coinciden en que calificó a la guerra como “incivil”, entre españoles, dudando de su capacidad de defender la civilización cristiana, negó el concepto de “anti-España” referido sobre todo a vascos y catalanes, resaltó la extensión del odio entre españoles que la guerra comporta, pronunció la famosa frase “vencer no es convencer” y censuró a las mujeres salmantinas que asistieran con crucifijos y escapularios a los fusilamientos. Todo esto suponía rebatir el conjunto de los argumentos que los militares aducían para justificar la guerra y los fusilamientos, que eran como actos de expiación pues a los ajusticiados se les ofrecía la confesión y los últimos sacramentos antes de morir “cristianamente” saldadas sus culpas. Además, en los apuntes de Unamuno en la carta se puede leer “Imperialismo lengua” y “Rizal”. Según Pérez-López7, Vegas-Latapie8,y el propio Millán-Astray10, D. Miguel hizo la pirueta intelectual de asegurar que el verdadero pilar del imperio español, de la hispanidad que él quería celebrar, había sido la lengua, lo que parece justificado desde su perspectiva de lingüista y escritor. Pero para afirmarlo eligió el ejemplo menos oportuno en aquel momento, pues hizo alusión al médico y escritor filipino Rizal quien, ciertamente, teniendo el tagalo como lengua materna había hecho toda su obra poética en español. Pero no tuvo en cuenta que Rizal había sido uno de los principales impulsores intelectuales y políticos de la independencia de Filipinas en cuya guerra había participado Millán-Astray.

Y entonces fue cuando el general, sin poder contenerse, se puso en pie dando puñetazos con su única mano y “gritos arrebatados” según Pemán9 y otros testigos. Hay discrepancias si la frase que Millán-Astray pronunció a continuación fue “muera la intelectualidad” o “mueran los intelectuales” matizando en seguida “los intelectuales traidores” que fue recibida con una ovación. Sea como fuere, los testigos describen que se levantó un “tumulto”, un “ maremágnum”, en el que se oyó ruido de amartillamiento de armas. Millán-Astray ordenó a Unamuno que diera el brazo a Dña. Carmen y saliera con ella, aunque Pérez-López7 atribuye la iniciativa al catedrático de derecho que los cogió del brazo a los dos. Vegas-Latapie8 llega a afirmar que quizás el ir con la Sra. Polo salvara la vida a D. Miguel, quien abandonó el paraninfo entre insultos y amenazas. Según Pérez-López7 después salió el resto del Claustro “con tal susto dentro del cuerpo, con tal miedo, que éramos incapaces de articular palabra alguna… Aquello fue tremendo…

El testimonio del propio Millán-Astray10 es relevante aunque, sin duda, sesgado. Fue una especie de informe interno probablemente dirigido al Caudillo, cuyo título comienza significativamente como “Conducta observada por D. Miguel de Unamuno…” y se conserva en su archivo personal según su biógrafo Togores10. En él, el general le envíó varios dardos envenenados a Unamuno. Empezó por señalar que D. Miguel había estado descortés con Dña. Carmen no saliendo a recibirla, lo que sin duda tomaría en cuenta Franco, obviando que la Sra. llegó tarde cuando la mesa presidencial ya se había formado. Después resaltó que Unamuno indicó en la apertura del acto que él ostentaba la representación del “Jefe de Gobierno del Estado” y no del “Jefe del Estado” y ahí ya le dolía más a Franco después de lo mucho que había intrigado y trabajado con su hermano Nicolás para conseguir de sus compañeros generales en la Junta Militar todos los poderes del estado. Y, por último, recogió las palabras pronunciadas por Unamuno referentes a que “…no hay anti-Patria lo que quiere decir que los rojos no eran antipatriotas, …un canto a Vasconia y Cataluña regiones separatistas, …una cosa es vencer y otra convencer… esa insidia que quiere decir que con las armas no se gana la razón, …la protesta por la asistencia de las Sras. a los fusilamientos… y la alusión a Rizal… ejemplo de la conspiración de comunistas ruso-soviéticos-judío-masones” un compendio de lo que, sin duda, Franco tomaría como una enmienda total a sus argumentos a favor de la sublevación y la guerra.

Añadió Millán-Astray cosas que nadie oyó. Que él pidió la palabra para hablar y no se le concedió y que, entonces, a pesar de su indignación, pronunció un pequeño discurso dirigido a los estudiantes –que en realidad no estaban presentes en gran número- para que “Cuando volváis purificados de la guerra… tened mucho cuidado con los hombres sutiles y engañosos que con palabras rebuscadas y falsas llevarán el veneno a vuestras almas.” Hombre astuto, que sin duda esperaba que este testimonio suyo fuera criticado porque nadie más menciona semejante parlamento, añadió a continuación: “No recuerdo exactamente mis palabras, pero el concepto fue este”. Terminó Millán-Astray señalando que fue él quien ordenó a Unamuno dar el brazo a Dña. Carmen y que ese gesto, y el ir él mismo detrás, le pudo salvar la vida ante los falangistas violentos. Aún añadió el general otro supuesto testimonio muy corrosivo contra Unamuno. Aseguró que D. Miguel se encontró a la salida del Paraninfo con el médico y periodista Victor Ruiz Albéniz (su pseudónimo era Tubib Arrubi) y que a su pregunta sobre lo sucedido le contestó “…que llevaba dos bombas guardadas, las he tirado y han estallado” dando a entender que Unamuno llevaba ya preparada al Paraninfo una intención provocadora.

Se ha producido en los últimos años una corriente de opinión “revisionista” de lo sucedido en el Paraninfo, negando que hubiera ninguna confrontación entre Unamuno y Millán-Astray. Uno de los apoyos a tal idea es el descubrimiento de una segunda fotografía a la salida del Paraninfo (fig. 3). En ella se observa a Dña Carmen entrando en el coche y a Millán-Astray despidiéndose de D. Miguel y del cardenal en actitud aparentemente amigable, con algunos de los presentes brazos en alto. En la primera foto conocida anteriormente y que en realidad está tomada unos segundos después (fig. 4) se observa que Millan Astray ya ha subido al coche, que está rodeado de sus escoltas, y que todos los brazos en alto se han vuelto hacia él. Esto ha propiciado la interpretación de la primera foto (fig. 3) como una amable despedida del general a D. Miguel y que los gritos de los falangistas no eran de repulsa a Unamuno sino de apoyo a Millan Astray. Es posible que la despedida fuera cortés, pero los testimonios de los testigos del acto antes mencionados no dejan lugar a duda de que el encontronazo en el Paraninfo fue muy violento con un fuerte rechazo hacia Unamuno5. Existe, también, el testimonio del propio D. Miguel que le dijo en una carta a Quintín de la Torre unos días después del incidente: “¡Hubiera usted oído aullar a esos dementes de falangistas azuzados por ese grotesco y loco histrión que es Millán-Astray”.

La crisis final de D. Miguel
El incidente del Paraninfo tuvo muy graves consecuencias para Unamuno. La primera es que fue abucheado aquella misma tarde en el café Novelty donde tenía su tertulia desde hacía años y se le sugirió que no volviera. Además recibió recomendaciones u órdenes –en eso no hay acuerdo-, oficiales y a través de su familia, para que no saliera de su domicilio. Un comisario le vigilaba, aunque el testimonio de D. Miguel fue que no hacía falta pues no pensaba ya salir de su casa. El ayuntamiento le retiró su nombramiento de concejal y de alcalde honorario. La peor noticia, y que le dolió mucho, fue que sus propios compañeros de claustro votaron la propuesta, que cursada por conducto reglamentario fue firmada luego por Franco, de que fuera destituido del rectorado.

Con todo ello, Unamuno envejeció mucho y rápidamente. Nikos Kazantzakis, uno de los muchos periodistas o escritores a los que recibió en las semanas siguientes al acto del Paraninfo, que lo conocía y admiraba profundamente, vino a España como corresponsal para intentar entender aquella guerra terrible. Y fue directamente a Salamanca porque pensaba que Unamuno era quien mejor se lo podía explicar. Y dejó este testimonio tremendo de su encuentro el 21 de octubre en el domicilio del rector: “Cuando la puerta se abre veo a Unamuno súbitamente envejecido, literalmente hundido y ya encorvado por la edad”.

No es aventurado imaginar que la crisis y el estrés del incidente del Paraninfo y sus consecuencias pudieron acelerar la muerte súbita, probablemente cardíaca, de Unamuno el 31 de diciembre mientras charlaba con Bartolomé Aragón, uno de sus discípulos quien, al parecer, tuvo el detalle de ir a visitarle sin lucir el uniforme falangista. En el entierro de D. Miguel se produjeron otras varias de las muy notables paradojas y contradicciones de su vida. Su féretro fue llevado a hombros por falangistas, quizás los mismos que le abuchearon en el Paraninfo, pero que lo cubrieron con su propia bandera. Los catedráticos que acababan de reprobarlo pusieron la muceta o el birrete de rector encima del féretro y llevaron sus cintas. Y en la lápida del nicho se grabó por expreso deseo de Unamuno un epitafio en el que pide a Dios que lo acoja en su seno, algo totalmente contradictorio con la decisión ulterior de la Iglesia Católica de calificarlo como “hereje máximo” y “maestro de herejes” enviando sus obras al Índice de Libros Prohibidos.

Méteme, Padre Eterno, en tu pecho

misterioso hogar

dormiré allí pues vengo deshecho

del duro bregar.

 

Bibliografía

  1. Portillo L. “Unamuno’s Last Lecture”. Horizon 1941 (Dec.) p. 394-400
  2. Salcedo E. La vida de Miguel de Unamuno. Salamanca: Ed.Anaya; 1964.
  3. Rabaté JC, Rabaté C. En el torbellino. Unamuno en la guerra civil. Madrid, Marcial Pons, Ediciones de Historia, 2018.
  4. Rabaté C, Rabaté JC. Miguel de Unamuno (1864-1936). Convencer hasta la muerte. Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2019.
  5. Rabaté C, Rabaté JC. Enfrentamiento en el paraninfo: Unamuno, “fulminado”. https://elpais.com/cultura/2018/05/26/actualidad/1527331721_207393.amp.html (4,noviembre,2019)
  6. Delgado S. Arqueología de un mito: el acto del 12 de octubre en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/137592/Arqueolog%C3%ADa%20de%20un%20mito.pdf?sequence=1&isAllowed=y (4,noviembre,2019)
  7. Angosto Saura T. D. José Pérez-López Villamil o la pasión por el recuerdo. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 1985;5:484-492.
  8. Vegas-Latapie E. Memorias políticas (II): 1936-1938: Los caminos del desengaño. Madrid : Tebas, 1987. Capítulo 24: “La última lección de Unamuno”, p. 107-114.
  9. Pemán JM. La verdad de aquel día. ABC, 26.Nov.1964, p 3. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1964/11/26/003.html (4,noviembre,2019)

10.      Togores LE. Millán Astray Legionario. Madrid, La Esfera de los Libros, 2003. http://www.maalla.es/Libros/Millan%20Astray%20Legionario.pdf (4,noviembre

Pies de figura

Figura 1. Mesa presidencial del acto del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Se reconoce bien a Dña. Carmen Polo, a Unamuno y a Millán-Astray. El de la izquierda de D. Miguel debe ser el cardenal Plá y Deniel

Figura 2. Reproducción de las notas que Unamuno escribió en el reverso de una carta cuyos renglones se adivinan, antes de tomar la palabra en el acto del Paraninfo. Se leen claramente a la izquierda “imperialismo” y “Rizal” que fueron, al parecer, los detonantes de la furia de Millán-Astray.

Figura 3. Fotografía tomada al término del acto del Paraninfo. Dña. Carmen está a punto de entrar en el coche. La despedida es aparentemente cordial entre el general Millán-Astray, D. Miguel y el cardenal Plá y Deniel. Los brazos en alto de los presentes parecen indicar una actitud de repulsa hacia Unamuno.

Figura 4. Fotografía tomada unos segundos más tarde de la anterior. En ella el general Millán-Astray ha subido también al coche pero no parece que lo haga D. Miguel lo que contradice las versiones en las que fue Dña. Carmen la que llevó en su coche a Unamuno hasta su domicilio. En esta fotografía los brazos en alto y los gritos, se supone que de exaltación, se dirigen hacia el coche del general.

 

La enfermedad neurológica de “Raimundín” en la biografía de Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno y Yugo, uno de los escritores y filósofos más relevantes de la historia de España, fue una personalidad compleja, obsesiva y llena de contradicciones, en la que las crisis de fe en Dios y la angustia por el más allá tras la muerte estuvieron muy presentes y, en ocasiones, ocuparon lo más destacado de su pensamiento y de su obra. Repasando sus testimonios personales y los de sus allegados se advierte que las dudas y angustias de D. Miguel fueron en parte influenciadas por la enfermedad neurológica y la muerte de su hijo Raimundo, de las que dejó testimonios directos en cartas, poemas y dibujos, lo que motiva este artículo.

Material y método

El resumen biográfico de D. Miguel se ha elaborado a partir de las biografías que se citan en la bibliografía1-7 El análisis del estado neurológico y de las capacidades de Raimundín lo he basado en los testimonios de algunos biógrafos, pero sobre todo en las observaciones que D. Miguel destiló en algunas cartas a sus amigos y en los varios poemas que dedicó a su hijo: “Canción de cuna al niño enfermo”, “Recuerdos” y “En la muerte de un hijo” (con este título se encabezan, en las fuentes que yo he consultado, dos poemas diferentes fechados en años distintos). Las imágenes de Raimundín las he obtenido de los dibujos que el propio D. Miguel hizo de su hijo. Se conservan en la Casa-Museo de Unamuno en Salamanca y sus copias me han sido amablemente proporcionadas por D. Francisco Javier del Mazo Ruiz.

Resumen biográfico de D. Miguel de Unamuno

Los hechos y fechas más relevantes de su biografía se pueden resumir en los siguientes hitos. Unamuno nació en Bilbao (29 de septiembre de 1864) y falleció en La enfermedad neurológica de “Raimundín” en la biografía de Miguel de Unamuno, Salamanca (31 de diciembre de 1936). Su padre murió en 1870, la familia quedó en una situación económica delicada y la ayuda, y por consiguiente la influencia, de la abuela fueron muy importantes en la vida y la personalidad de Unamuno.

Siendo niño fue testigo del sitio de Bilbao en la última Guerra Carlista, entre diciembre de 1873 y mayo de 1874 cuando el general Martínez de la Concha rompió el cerco y liberó a la ciudad del asedio de los carlistas sublevados. Los acontecimientos trágicos de aquellos meses influyeron mucho en el joven Unamuno hasta el punto de inspirarle su primera novela “Paz en la Guerra” (1897).

Después de los estudios secundarios en Bilbao y los universitarios de filosofía en Madrid, volvió a Bilbao y comenzó a preparar oposiciones. Fracasó en los primeros intentos, pero en 1891 ganó la cátedra de griego en la Universidad de Salamanca. En enero de ese mismo año había contraído matrimonio con Dña. Concha Lizarraga, su novia desde adolescentes.

Tras los dos primeros hijos, Fernando y Pablo, nació Raimundo en 1896, y después vinieron Salomé, Felisa, José María, Rafael y Ramón. En marzo de 1897, y con alguna influencia como se verá más tarde de la enfermedad de Raimundo, Unamuno tuvo una de sus primeras crisis de fe religiosa y política y abandonó la agrupación socialista. Raimundo falleció a los seis años, en 1902.

En 1900 fue nombrado rector de la Universidad, cargo del que fue depuesto en 1914. En 1920 regresó a la política y en 1922 fue elegido diputado a Cortes. Así mismo volvió a desempeñar cargos académicos, primero decano de la Facultad de Letras, luego vicerrector y finalmente rector en funciones. Pero en 1923 se produjo el golpe de estado del general Primo de Rivera. Unamuno mantenía previamente una actitud abiertamente crítica contra la monarquía y el propio rey Alfonso XIII, a quien dedicaba adjetivos durísimos y fue también contrario al golpe militar. Unamuno fue destituido de sus cargos y desterrado a Fuerteventura. Aunque unos meses después se le conmutó el confinamiento, D. Miguel decidió, en muestra de rebeldía con la situación política, no volver a la península y se exiló primero en París y después en Hendaya, donde permaneció cinco años, hasta 1930.

Tras la caída del directorio y su regreso triunfal a España, Unamuno recuperó su actividad política y en 1931, ya en la II República, fue elegido concejal y diputado, alcalde honorario de Salamanca y de nuevo rector.

En 1934 se jubiló de su cátedra, aunque fue nombrado rector perpetuo. En ese año falleció su esposa.

En 1935 se distanció de la República, con la que inicialmente había simpatizado, por los excesos revolucionarios, con asesinatos arbitrarios en los que perdió amigos y colegas, así como por la sangrante persecución religiosa en la que veía una amenaza para la civilización occidental cristiana. Por eso en 1936 dio marcha atrás y comenzó su acercamiento al alzamiento de Franco. Pero tampoco pudo estar de acuerdo con las brutalidades de ese bando, que también fusiló a personas que le eran muy cercanas. De hecho, visitó personalmente a Franco para pedir clemencia para algunas de ellas. Se dio la circunstancia contradictoria de que, en agosto, por un decreto de Azaña se le desposeyó de su nombramiento de rector vitalicio, mientras que, en septiembre, por otro decreto del gobierno de Burgos se le repuso en el mismo cargo, del que de nuevo fue desposeído tras el incidente que viene a continuación.

El 12 de octubre de 1936, en el acto académico que se había programado para celebrar el Día de la Raza ocurrió el famoso incidente del Paraninfo, del que nos han llegado diferentes versiones sobre si se enfrentó o no al general Millán-Astray así como sobre el contenido de su discurso. Lo cierto es que fue destituido de su cargo de Rector Vitalicio por iniciativa del claustro ratificada en decreto firmado por el propio Franco. Tras ese encontronazo con el nuevo poder político emergente no salió de su domicilio, fuera o no confinado a él como medida disciplinaria, de la que no se tiene constancia. En los siguientes dos meses Unamuno sufrió de intensa soledad, añorando a su esposa a la que dedicó al menos un poema, de la amargura de ver desgarrarse España por el odio “de los hunos y de los hotros”, con ejemplos especialmente tristes para él como el fusilamiento del profesor Vila, rector de Granada y antiguo discípulo suyo, de una intensa preocupación por el destino de los hijos que habían quedado en Madrid y de acuciantes estrecheces económicas. Murió bruscamente el 31 de diciembre mientras estaba en conversación con Bartolomé Aragón, un joven profesor antiguo alumno suyo, por una “hemorragia bulbar debida a arteriosclerosis e hipertensión arterial” según certificaron sus médicos, sin que conste en ningún sitio que se le practicara la autopsia. A los ojos de hoy, parece más probable que fuera una muerte cardiaca.

Los mismos falangistas extremistas que en el Paraninfo lo habían abucheado y amenazado con el “viva la muerte, abajo la inteligencia” de Millán Astray, se apropiaron de su féretro y lo llevaron al cementerio bajo una bandera de la Falange y lo despidieron con gritos de “Presente” y “Arriba España”. Esta es otra de las innumerables paradojas de la biografía de Unamuno, como el contraste entre la consideración oficial de la iglesia católica como ateo peligroso y anticristiano8, “hereje máximo y maestro de herejes”9, lo que llevó a incluirlo en el Índice de autores prohibidos10 y su epitafio, que redactó él mismo:

Méteme, Padre Eterno en tu pecho,

misterioso hogar,

dormiré allí, pues vengo deshecho

del duro bregar.

La enfermedad de Raimundo

Los biógrafos de D. Miguel no nos aportan muchos detalles de la enfermedad de su hijo Raimundo, nacido el 7 de enero de 1896. En las primeras semanas de vida se da por cierto que sufrió una meningitis que algunos se aventuran a catalogar de tuberculosa. No he encontrado ninguna descripción detallada que pudiera apoyar o refutar ese diagnóstico. Pero no es del todo convincente dado que en aquellos años la mortalidad de la meningitis tuberculosa era virtualmente del 100%. Es posible que el agente etiológico fuera otro propio de la infancia, con una mortalidad más reducida y frecuentes secuelas, por ej. Haemophilus influenzae. Dado que la hidrocefalia comenzó a desarrollarse muy pronto, en el primero o segundo mes de vida, tampoco podría descartarse, en ausencia de datos del líquido cefalorraquídeo, que fuera secundaria a una hemorragia en el período neonatal.

Unamuno vivió con gran angustia la enfermedad de su hijo en los primeros meses de 1896 y lo deja reflejado en su diario y en una carta a su amigo Múgica en los que da algunos indicios del estado del niño. Al comienzo de su diario escribe algunas notas sueltas recogidas por Rabaté6:

Día 23: Entre la vida y la muerte. […] El médico; a la fuerza. Sale adelante. Estrabismo. ¿Estará ciego? Experiencias. Indigestiones. Baños. Remordimientos ulteriores. La cabeza le crece. […] Viene el médico. Temores. Yoduro de hierro. […] Perspectivas. La muerte antes que idiotismo. Mala noche.

 

Tabla 1. Resumen retrospectivo en términos neurológicos de la enfermedad de Raimundo elaborado a partir de los testimonios, escritos y dibujos, de D. Miguel de Unamuno.

  • FASE AGUDA: gravedad, riesgo de muerte
  • FASE CRÓNICA/SECUELAS:
    • Hidrocefalia (macrocefalia, fontanela abierta, diástasis de suturas)
    • Síndrome de Parinaud (paresia de la mirada hacia arriba)
    • Estrabismo
    • Bajo nivel intelectual y mutismo (no adquiere el lenguaje)
    • Contacto visual, sonrisa social
    • Paresia espástica mano derecha
    • Movimientos lentos estereotipados mano izquierda
    • Espasticidad de las piernas en aducción (con algunamovilidad voluntaria)
    • En una carta a Múgica escribe con una precisión casi clínica:

 

Hasta hoy es pequeño el aumento de la cabeza y parece que la enfermedad se ha detenido; no se le cierra, sin embargo, la fontanela, ni se le encajan las suturas de los frontales y parietales, y está muy atontado y sin muestras de atención. Usted sabe cuán escasas son las probabilidades de cura y cómo no es el peor resultado la muerte, sino que ésta se dilata años, que son años de imbecilidad e idiotismo para el pobre niño.

Sin embargo, conoce por su madre de un caso (el Dr. Gorostiza) que curó sin secuelas, a lo que se aferra todavía en el mes de abril para mantener la esperanza, pero sin mucha convicción:

… la vista siempre baja. Y ¡qué atrasado! No se ríe, no se fija, no conoce a los tres meses.

Pero para el mes de junio las esperanzas se diluyen y el niño quedó con secuelas muy importantes derivadas de una hidrocefalia crónica. De nuevo es el propio Unamuno quien en sus dibujos, cartas y poemas nos deja algunas descripciones que nos permiten vislumbrar el estado neurológico y funcional del niño que no debieron cambiar mucho en sus siguientes años de vida (tabla1).

En primer lugar, sufría un grave retraso mental. Como dice D. Miguel en el poema que tituló “En la muerte de un hijo” es seguro que el niño no adquirió el lenguaje y permanecía mudo:

Y su entreabierta boca siempre henchida

de un silencioso grito de protesta

que a la mudez del cielo respondía

con su mudez de aborto de profeta

Figura 1. Dibujo de Raimundo por su padre. La macrocefalia no es demasiado evidente y no se puede apreciar ninguna postura anormal en las extremidades del niño dormido.

Figura 2. En este dibujo, probablemente más tardío que el de la figura 1, la macrocefalia es evidente. Es posible un leve estrabismo con foria en aducción del ojo izquierdo. La postura del brazo y de la mano izquierdos parece normal. Sin embargo, hay, aparte, un apunte de la mano derecha en la que se intuye que el dedo pulgar está atrapado por los otros dedos flexionados lo que sugiere una espasticidad grave. Según testimonio de D. Miguel el niño sólo movía una mano que, de acuerdo con este dibujo, sería la izquierda.

Sin embargo, es posible que el niño pudiera llegar a percibir el ambiente pues indica Unamuno que el niño daba muestras de alegría o de risa: “no hace más que reírse Raimundín”.

  1. Miguel era un gran dibujante que ya había destacado de niño en esa faceta. Dibujaba toda clase de motivos, pero le resultaba especialmente atractivo hacer pequeñas caricaturas de sus compañeros y profesores en el instituto. En el Archivo de la Casa-Museo de Unamuno en Salamanca se conservan al menos tres dibujos que Unamuno hizo a su hijo ya enfermo. Según testimonio de Felisa Unamuno a su nieto Miguel2 y del propio D. Miguel en una carta a su hija Salomé llevaba siempre en su cartera estos dibujos lo que explica, posiblemente, sus bordes rozados y arrugados.

Guardo siempre en mi cartera un retrato que hice, a lápiz, de tu hermanito, nuestro primer Raimundo y ese misterio de una agonía inconsciente de siete años me ha hecho meditar mucho.

Da la impresión de que los tres dibujos no son simultáneos. En los dos primeros el aspecto es el de un niño pequeño, mientras que el tercero refleja ya un niño de al menos 2-3 años o quizás más.

En la figura 1 el niño aparece dormido, con ambos brazos semiflexionados, sin que se pueda apreciar claramente la postura de las manos. En la figura 2, en la que la macrocefalia es evidente, es posible apreciar un leve estrabismo con foria en aducción del ojo izquierdo. El brazo izquierdo aparece en reposo con la mano abierta normalmente. Aparte, se observa un apunte de la mano derecha que se representa cerrada, con el dedo pulgar probablemente atrapado por los otros dedos flexionados. El aspecto es el de una mano espástica y quizás distónica. D. Miguel, en el mismo poema antes mencionado, deja claro que el niño sólo movía una mano que, de acuerdo con el dibujo, sería la izquierda, aunque no es fácil deducir de la descripción poética de D. Miguel qué capacidad de movimiento conservaba:

Con el sólo bracito que movía,

-el otro inerte- en lenta lanzadera

se cunaba, o dejaba acaso al aire

de sueños inconscientes una tela.

Se diría que los movimientos de la mano izquierda pudieran ser lentos, más o menos estereotipados, quizás rítmicos para acunarse; o bien semi-voluntarios, como si pintara sus sueños en una tela, si interpreto bien el verso de D. Miguel.

Respecto a las piernas, Unamuno las describe como cruzadas “escondiendo sus vergüenzas” lo que sugiere una espasticidad grave de los músculos aductores del muslo, como es habitual en los pacientes con hidrocefalia crónica. Pero el niño debía conservar alguna movilidad voluntaria en sus piernas si hacemos caso a los versos que Unamuno incluye en otro poema, “En la enfermedad de Raimundín”, donde da a entender que el niño era capaz de reptar con esfuerzo por las piernas de su padre y subir por el tronco hasta darle un beso:

… que hasta alcanzar un beso,

cual codiciado fruto, por mis piernas

trepas con dulce anhelo…

… En el oscuro abismo de tu espíritu,

sin tú mismo saberlo,

con su follaje depurando el aire

que hinche de tu alma el pecho,

vivirá vida oscura,

la de olvidado ensueño,

el tronco paternal a que trepabas

con infantil empeño

a recoger el codiciado fruto,

de mi boca a segar amante beso.

Figura 3. Este dibujo de un niño ya mayorcito y en el que la macrocefalia es manifiesta, tiene un aliento más dramático por la expresión característica de susto o sorpresa de Raimundo, debida a los signos de la hidrocefalia crónica, la retracción del párpado superior y la desviación de los ojos hacia abajo permitiendo ver la esclerótica por encima del iris, el signo del “sol poniente”.

 

En la figura 3, D. Miguel reflejó fielmente la macrocefalia y los signos oculares de la hidrocefalia crónica del niño, que se atribuyen a la presión de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo sobre el tegmento mesencefálico: la retracción del párpado superior con mirada de susto o sorpresa y el signo del “sol poniente” con la tendencia de los ojos a desviarse hacia abajo por la paresia supranuclear de la mirada hacia arriba, lo que deja que la esclerótica se vea por encima del iris. Unamuno ya lo observó: “siempre mira hacia abajo”. Cualquier neurólogo del mundo podría utilizar en una clase sobre la hidrocefalia este precioso dibujo que D. Miguel hizo de su hijo.

No se disponía en aquel tiempo de ningún tratamiento quirúrgico eficaz para la hidrocefalia que hubiera podido cambiar le evolución fatal de Raimundín. A pesar de que ya Karl Wernicke había hecho la primera punción y drenaje externo de una hidrocefalia nada menos que en 1881 11, se tardó varias décadas en disponer de sistemas de drenaje permanente a la aurícula derecha 12-14 y más tarde al peritoneo11.

El desdichado Raimundin murió plácidamente durante el sueño según los versos de “En la muerte de un hijo”:

Y un alba se apagó, como se apaga

al asomar el alba allá en la extrema

nebulosa del cielo aquel que nunca

podremos ver recóndito planeta

Este final y la relación entre el sueño y la muerte ya los había anticipado D. Miguel en otro poema, en la “Canción de cuna al niño enfermo”:

Duerme, flor de mi vida,

duerme tranquilo,

que es del dolor el sueño

tu único asilo.

Pronto vendrá con ansia

de recogerte

la que te quiere tanto,

la dulce Muerte.

Dormirás en sus brazos

el sueño eterno,

y para ti, mi niño,

no habrá ya invierno.

Se deduce fácilmente de ese poema que para Unamuno la muerte se presentaba ya como una liberación de la temida “idiotez” en la que había caído su hijo, y de su prolongada agonía, a pesar de que en algún momento se intenta consolar diciendo que:

… ni el loco ni el idiota sufren, pues no conocen su

mal, y aún pueden vivir contentos. No hace más que

reírse Raimundín.

La enfermedad y muerte de Raimundín en la vida de Unamuno

La enfermedad de Raimundo fue muy influyente en la vida de Unamuno, al menos durante una etapa. Tenemos testimonios suyos de la gran ilusión que tenía, desde su

juventud, en formar una familia y la alegría con la que recibió el nacimiento de cada hijo. El de Raimundo fue especial porque al ser el tercero entraba ya en la idea largamente acariciada de una familia numerosa. En un texto de su etapa de estudiante en Madrid escribió:

¡Oh! Cuando yo tenga hijos de carne y hueso, con vida, con amor y dulzura. Es uno de mis sueños… y guardo mis ternuras para cuando tenga un hijo. ¡Un hijo! Acaso llegue a tener demasiados y mis ochavos no basten. ¡Pobres niños! ¡Cuánto os quiero!

También tenemos testimonios directos de su nieto Miguel de que, en efecto, a Unamuno le encantaban los niños, los propios y los de su vecindad; jugaba con ellos y les obsequiaba con sus famosas pajaritas y gorros de papel. Se hace eco incluso de otros valiosos testimonios:

Menéndez Pidal y Pérez de Ayala han recordado cómo Don Miguel se entendía magníficamente con los niños y, niño yo y él anciano jubilado, le conocí y tal es mi recuerdo2.

Así que la enfermedad de Raimundín cayó como una bomba en el apacible hogar de Miguel y Concha, la cual lloraba a menudo cuando sostenía al niño. Se cumplió el temor de que el niño quedara inválido e “idiota”. Este término era entonces muy popular, procedente de las ideas de Esquirol para denominar a los enfermos con grave trastorno mental sin posibilidades de recuperación y contra el que Bourneville tanto luchó en su admirable tarea por apoyar a esos seres desgraciados15.

La presencia del niño enfermo se hizo constante y opresiva. A Unamuno le atormentaba la idea de que la enfermedad de Raimundín fuera el cumplimiento de un sueño premonitorio. Cuando eran novios le había relatado a Concha en una carta el contenido de un sueño:

Una noche bajó a mi mente uno de esos sueños, tristes y lúgubres que no puedo apartar de mí, que de día soy alegre. Soñé que estaba casado, que tuve un hijo, que aquel hijo se murió y que sobre su cadáver, que parecía de cera, dije a mi mujer: Mira nuestro amor, dentro de poco se pudrirá; así acaba todo…

Unamuno instaló una cuna para el niño en su despacho para poder tenerlo siempre a su lado. También animaba a sus otros hijos a jugar con Raimundo para distraerlo.

A pesar de todos sus esfuerzos por encariñarse con el niño y por intelectualizar su dolor, Unamuno no pudo sino hacerse reproches y culpabilizarse del drama de su hijo. Por un lado, pensaba que él pudiera tener la culpa por haberle transmitido al niño alguna tara genética derivada de la consanguinidad en el matrimonio de su padre, que casó con una sobrina en primer grado. Por el otro, y esto ya enlaza con toda la personalidad y el pensamiento de Unamuno, creía que fuese un castigo divino a su pérdida de la fe. D. Miguel había sido en su infancia y adolescencia un ferviente católico de misa diaria. Sus lecturas filosóficas, ya en el instituto y después en la carrera, le hicieron cuestionar la existencia de Dios y la inmortalidad del ser humano, ideas que no puede racionalizar. Kierkegaard fue una influencia capital en su existencialismo y crisis de fe, que además de ser religiosa era también de falta de fe en la razón. Pues esta le llevaba a no poder creer en lo que más deseaba: no morir. Unamuno decía que su duda no era filosófica, sino pasional, ya que el conflicto era entre los sentimientos y la razón, lo que se convirtió en una profunda agonía, en una tragedia que según sus propias palabras “es perpetua lucha sin victoria ni esperanza de ella; es contradicción”16. Y esa búsqueda intelectual de Dios, en el que quiere creer de manera sencilla y sentimental como en su infancia, le acompañará toda su vida, angustiado por el silencio de Dios que no le da pruebas racionales de su existencia.

La enfermedad de su hijo le enfrentó de manera brutal a la idea de Dios y le provocó una de las crisis de angustia vital más fuertes de su vida. Los últimos meses de 1896 y los primeros de 1897 ya tras el nacimiento de Raimundo, son de una zozobra creciente por las inquietudes religiosas que lo agobian y que culminan en la noche del 21 de marzo de 1897. No puede dormir, siente la angustia de la muerte, palpitaciones, dolor en el pecho y un llanto incontenible que reflejan una crisis aguda de ansiedad con un posible fondo depresivo. Se siente acabado y culpable del sufrimiento de su hijo. Dña. Concha intenta consolarlo con gestos y palabras maternales, pero no lo consigue y D. Miguel sale de su domicilio y se refugia en el convento de los dominicos. Los testimonios difieren sobre cuánto tiempo estuvo allí. Se ha dicho, sin muchas pruebas, que hasta tres días y que pasó dos días de rodillas rezando de cara a la pared, mortificándose a sí mismo y buscando la fe infantil por cuyo abandono ahora Dios le estaba castigando. Lo que es cierto es que el mismo día 22 se desahogó en una carta a su amigo y antiguo director espiritual D. Juan José de Lecanda y el día 23 con el comienzo de un Diario Intimo17.

El día 26 de marzo escribió una breve carta a Rafael Altamira en la que le confiesa que:

Estoy de descanso tan absoluto que ni aún cartas quiero escribir. Acabo de pasar una fuerte crisis espiritual y aún no ha terminado esto. Gracias a Dios empieza a volver mi espíritu a la calma.

El padre Lecanda le apremió para que fuera a pasa unos días con él en Alcalá de Henares para una especie de “ejercicios espirituales” privados. En su diario, Unamuno recogió innumerables reflexiones sobre todos los misterios que le obsesionaban, el libre albedrío, el infierno, la muerte y sobre todo la fe en la existencia de Dios:

Maté mi fe por querer racionalizarla, justo es que ahora vivifique con ella mis adquisiciones racionales, y emplee en esta labor mi tiempo. Todo esto es para volverme loco17.

Y entre medio de tantos apuntes y reflexiones, no pocas veces en latín y griego, D. Miguel también reza a Dios:

Quiero consuelo en la vida y poder pensar serenamente en la muerte. Dame fe, Dios mío, que si logro fe en otra vida, es que la hay.

Superada esa grave crisis de marzo de 1897, ya parece que Unamuno y su esposa entraron en una fase de mayor estabilidad y aceptación de la tragedia de Raimundín. Es muy probable que el nacimiento de los siguientes hijos, especialmente de las anheladas primeras hijas, Salomé y Felisa, fuera un bálsamo importante para el matrimonio. Los siguientes testimonios directos de que se dispone sobre el drama de Raimundín corresponden ya con su muerte en 1902 a la que D. Miguel dedicó el poema “En la muerte de un hijo”. En sus versos vuelve de nuevo Unamuno a evocar cómo la presencia de su hijo enfermo espoleaba su idea recurrente y obsesiva de preguntar a Dios por nuestro destino:

… aún recuerdo que pasaba

de su cuna a la triste cabecera

preguntándole al Padre con mis ojos

trágicos de soñar, por nuestra meta”

Sin embargo, Dios permanecía mudo:

… Pero en mí se quedó y es de mis hijos

el que acaso me ha dado más idea,

pues oigo en su silencio aquel silencio

con que responde Dios a nuestra encuesta.

Los estudiosos de Unamuno han tomado poco en cuenta la importancia que la enfermedad de Raimundín tuvo en una de sus principales crisis espirituales como él mismo la calificó18. Se ha destacado mucho que Unamuno, un gran escritor, erudito y filósofo, fue un hombre que vivió entre continuas contradicciones ideológicas, personales y políticas, siendo probablemente la mayor, la de su incapacidad en profesar una fe robusta que tanto ansiaba en un Dios a quien buscaba sin cesar, como reflejan estos versos finales del último poema que se encontró en su mesa a su muerte:

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?

¿Vivir el sueño no es matar la vida?

¿A qué poner en ello tanto empeño?:

¿aprender lo que al punto al fin se olvida

escudriñando el implacable ceño

-cielo desierto- del eterno Dueño?

 

BIBLIOGRAFIA

  1. Salcedo E. La vida de Miguel de Unamuno. Salamanca: Ed.Anaya; 1964.
  2. Unamuno Perez M. Unamuno en familia. En: Martín Martín JL (dir). Monográfico. Salamanca y su provincia en Miguel de Unamuno. Salamanca, Revista de Estudios. 1998; 41:33-48.
  3. Martínez I. Biografía de Miguel de Unamuno (web). Disponible en: http://www.unav.es/gep/html
  4. Marías J. Miguel de Unamuno. Madrid: Espasa-Calpe; 1976.
  5. J. Miguel de Unamuno. Madrid: Taurus; 2012.
  6. Rabaté C, Rabaté JC. Miguel de Unamuno. Biografía.   Madrid; Taurus; 2009.
  7. Navarro Rodero C. Las edades del hombre, el escritor: Miguel de Unamuno. Norte de Salud Mental. 2015; XIII:83- 98.
  8. González Hernández de Cardenal O. La jerarquía eclesiástica ante Unamuno. Reflexiones a los cincuenta años de su muerte. Sesión del día 3 de febrero de 1987 de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Disponible en: www.racmyp.es/R/racmyp//docs/anales/A64/A64-16.pdf.
  9. González Caminero N. Unamuno: Trayectoria de su ideología y de su crisis religiosa. Santander: Universidad de Comillas; 1948. [ Patrick JG. The Message of Don Miguel de Unamuno. Evangelical Q. 1965; 2:82-93]
  10. Índice de libros prohibidos Decreto de la Congregación del Santo Oficio. «Acta Apostolicae Sedís», 1957, nº 49, p.77- 78.
  11. Weisenberg SH, TerMaath SC, Seaver CE, Killeffer JA. Ventricular catheter development: past, present and future. J Neurosurg. 2016; 125:1504-12.
  12. Torkildsen A. A new palliative operation in case of inoperable occlusion of the Sylvian aqueduct. Acta Psychiatr Scand. 1939; 82:117-24.
  13. Nulsen FE, Spitz EB: Treatment of hydrocephalus by direct shunt from ventricle to jugular vein. Surg Forum. 1951:399-403.
  14. Pudenz RH, Russell FE, Hur AH, Shelden CH. Ventriculoauriculostomy; a technique for shunting cerebrospinal fluid into the right auricle; preliminary report. J Neurosurg.1957;14:171-79.
  15. Zarranz JJ. Bourneville: un neurólogo en acción. Neurosci Hist. 2015; 3:107-15.
  16. Unamuno M. Del sentimiento trágico de la vida. La Agonía del cristianismo. Madrid; Ediciones Akal; 1983. [Unamuno M. Tragic sense of life. Hamburgo; Tredition; 2012]
  17. Unamuno M. Diario íntimo. Madrid; Alianza Editorial; 2018. [Unamuno M. Selected Works of Miguel de Unamuno, Volume 2: The Private World. Princeton; Princeton University Press; 1984]
  18. Laín Entralgo P. Cajal, Unamuno, Marañón. Tres españoles. Barcelona; Círculo de Lectores; 1988.
  19. López Castro A. El rostro en el espejo: lecturas de Unamuno. Salamanca: Universidad de Salamanca, 2010 [Bockus Aponte B. Alfonso Reyes and Spain: his dialogue with Unamuno, Valle-Inclán, Ortega Y Gasset, Jiménez, and Gómez de la Serna. Austin y Londres; University of Texas Press; 2011].

 

Artículo publicado originalmente en la revista Neurosciences & History 2018

 

Apego y sexualidad en el desarrollo personal

El desarrollo personal se basa en la idea de que los seres humanos evolucionan en base a la interacción primigenia entre el bebé y las personas con las que mantiene una relación privilegiada a partir del nacimiento. La necesidad de supervivencia ha logrado a lo largo de la evolución de las especies una serie de sistemas de conducta que impulsan a la cría al contacto con el cuidador/a (figura de apego). Los adultos están provistos de sus propios sistemas de conducta que les permiten leer con precisión el estado mental del bebé. Cuando ambos sistemas de conducta actúan contingentemente, se establece el vínculo de apego que garantiza el desarrollo del bebé hasta su madurez.

Esta experiencia relacional entre el bebé y sus figuras de apego se grava en la memoria en forma de engramas y registros cognitivo-emocionales que constituyen lo que conocemos como “internal working models”, es decir, los modelos internos que regularán todas las relaciones interpersonales a lo largo de la vida, especialmente aquellas que implican proximidad psicológica. Es por esto por lo que la calidad de la experiencia vincular es tan importante. En la medida en que las figuras de apego, normalmente las madres y los padres, o cualquier otra persona que mantenga una relación privilegiada y estable con el bebé, tengan capacidad de respuesta sensible, es decir, sean capaces de interpretar adecuadamente las necesidades del bebé, sean capaces de cumplir con sus funciones (ser base de seguridad y puerto de refugio), en la medida en que se presenten ante el bebé como incondicionales, accesibles y disponibles, contribuirán a que sus hijos sean seguros, confiados, con capacidad de exploración (tanto del mundo exterior como del interior), con capacidad de regular las emociones y resilientes, en definitiva, personas seguras.

Todo ser humano nace con miedo al abandono, a la pérdida, a la destrucción, a la muerte, por el hecho de nacer en precario, inacabado, inmaduro, sin capacidad de supervivencia, como es propio de las especies evolucionadas. Desde la teoría del apego sabemos que las personas seguras desarrollan capacidades suficientes para conjurar este miedo atávico. Sin embargo, las personas inseguras se ven obligadas a desarrollar estrategias defensivas para tal fin. Por ejemplo, las personas que muestran un perfil evitativo tienden a desactivar el sistema de apego, creando una falsa sensación de suficiencia emocional. Se les podría aplicar esta frase: …más vale no tener, que tener y perder. Los que muestran un perfil más bien ansioso ambivalente se defienden hiperactivandoel sistema de apego. Son personas que demandan permanentemente señales de ser queridos y a pesar de ellas tienden a pensar que finalmente serán abandonados.

La relación que existe entre el deseo erótico, emoción fundamental que se expresa en comportamientos sexuales explícitos, es evidente. El deseo erótico impulsa al individuo al encuentro con el otro, con el fin de satisfacer necesidades eróticas. La proximidad psicológica, es decir la intimidad, activa los modelos internos que filtran la percepción de la realidad e interfiere en los comportamientos sexuales. La seguridad del apego permite no tener miedo a la intimidad, permanecer confortablemente y de modo receptivo a la experiencia erótica y afectivo-emocional de lo que se está experimentando.

La teoría del apego considera que el amor, aquello que nos impulsa a sentirnos atraídos, a buscar la proximidad, la seguridad en el contacto y la presencia con la otra persona, no es otra cosa que la motivación que hace posible la vinculación afectiva en los primeros años de la vida, pero en versión adulta.

Por tanto, el amor y el deseo erótico son dos dimensiones que no deben confundirse. Por un lado el amor es la necesidad de tener una figura de apego incondicional, accesible, que constituya la base de seguridad que contribuya a la estabilidad emocional. Es evidente que en la adultez, la relación debe ser simétrica y reciproca. Por otro, el deseo sexual impulsa a las personas a satisfacer necesidades eróticas generalmente representadas en el imaginario erótico.

El deseo erótico y el amor son dos dimensiones distintas, tienen diferente origen y buscan distintos objetivos. Para comprenderlas hay que separarlas. Sin embargo estas dimensiones interactúan entre sí de modo que, o bien se potencian extraordinariamente, probablemente no hay mayor afrodisíaco que sentirse enamorado/a, o bien se interfieren gravemente, dando lugar a dificultades, alteraciones y trastornos psicosexuales, como las disfunciones sexuales o algunas formas de parafilia. También en esta dinámica podríamos encontrar algunas claves para comprender la violencia y las agresiones sexuales. No cabe duda de que estas alteraciones se producen por las interferencias que los perfiles inseguros de apego provocan en la experiencia afectivo-sexual. Estas afirmaciones están avaladas por un cúmulo de evidencia empírica reflejada en la literatura científica.

Uno de los objetivos más importante de la psicología es ayudar a las personas que sufren por dificultades sexuales y afectivas. Es por ello que se tienda a poner el foco en lo problemático, lo disfuncional, los trastornos. Sin embargo, otra parte esencial es contribuir a que las personas alcancen cotas superiores de bienestar. Éste se consigue satisfaciendo necesidades básicas; en el tema que nos ocupa, necesidades afectivas y sexuales.

La calidad de la experiencia erótica está muy relacionada con la calidad de la historia socioafectiva. La seguridad en el apego activa representaciones mentales que generan seguridad. Activa, por tanto, modelos de relación sensibles, cálidos y empáticos. La inseguridad, al contrario, genera representaciones mentales que evocan inseguridad, ansiedad, desprotección. Activa modelos de relación, insensibles, fríos y distantes.

La manera de contribuir al bienestar de las personas en el ámbito afectivo-sexual es ayudando a tomar decisiones acerca del desarrollo de su potencial erótico, que es una opción libre y voluntaria. A mi modo de ver, esto nos lleva a reconsiderar los modelos de respuesta sexual clásicos, haciendo una lectura mucho más experiencial que funcionalista. Es decir, se trata de poner el foco más en la calidad de lo que se vive en el espacio de la intimidad erótica, que en el rendimiento de la respuesta sexual.

La contribución que se hace desde la teoría del apego consiste en la mentalización. Los modelos internos expresados en estilos de apego filtran la realidad y hacen que ésta sea una percepción subjetiva. La mentalización es el proceso a través del cual las personas pueden pensar acerca de sus propios pensamientos, reconocer que la interpretación que se hace de ella es una entre otras posibles, alcanzando de este modo un mayor grado de libertad interna.

No se trata de “enseñar” a las personas a hacer las cosas de otra manera, sino de estar atentas a los estados mentales propios y de la pareja en los momentos de exigencia relacional como la que se produce en el espacio de la intimidad erótica. De este modo se producen experiencia correctoras que pueden modificar los modelos internos de igual modo que las actualizaciones modifican y mejoran el sistema operativo de nuestros ordenadores. Se trata, por tanto, de ayudar a las personas a hacer inteligibles las dificultades que les generan sufrimiento o malestar y dotarles de los recursos necesarios para ser protagonistas de su propio crecimiento personal.

 

 

Cambios de conducta en enfermedades neurológicas

The distinction between diseases of ‘brain’ and ‘mind’, between

‘neurological’ problems and ‘psychological’ or ‘psychiatric’ ones, is an

unfortunate cultural inheritance that permeates society and

medicine. It reflects a basic ignorance of the relation between brain

and mind. Diseases of the brain are seen as tragedies visited on

people who cannot be blamed for their condition, while diseases of

the mind, especially those that affect conduct and emotion, are seen

as social inconveniences for which sufferers have much to answer.

Individuals are to be blamed for their character flaws, defective

emotional modulation, and so on; lack of willpower is supposed to be

the primary problem.

 

(La distinción entre enfermedades de “cerebro” y “mente”, entre los problemas “neurológicos” y “psicológicos” o “psiquiátricos” son una herencia cultural desafortunada que impregna la sociedad y la medicina. Refleja una ignorancia básica de la relación entre el cerebro y la mente. Las enfermedades del cerebro se ven como tragedias que ocurren en personas que no pueden ser culpadas por su condición, mientras que las enfermedades de la mente, especialmente aquellos que afectan a la conducta y a la emoción, se perciben como inconvenientes sociales de los cuales los enfermos son responsables. Se culpa a los individuos por sus defectos de carácter, por su modulación emocional alterada, y así sucesivamente; se supone que la falta de fuerza de voluntad es el problema principal).

 António R. Damásio, El error de Descartes.

 

La clase tiene como finalidad principal comprender la complejidad de la conducta humana, resultado de la actividad cerebral y como puede verse alterada de formas muy diferentes debido a lesiones que alteran los circuitos que regulan la conducta.

La conducta humana puede definirse como el conjunto de actos exhibidos por el ser humano. Lo podemos considerar sinónimo de comportamiento y es la manera de proceder que tienen las personas en relación con su entorno o mundo de estímulos. La psicología se ocupa de su estudio. La conducta se aprende en gran parte por imitación y está influida por normas sociales, aspectos genéticos y culturales. Puede ser consciente o inconsciente, voluntaria o involuntaria según las circunstancias que la afecten. La conducta está relacionada con la estructura de la personalidad y condicionada por aspectos racionales y emocionales. La conciencia ejerce un control escaso en nuestra conducta y en diferentes momentos podemos mostrar conductas diferentes, como consecuencia de la edad, pero también por los condicionantes sociales del momento.

La neurología es la ciencia que se ocupa de las enfermedades del sistema nervioso y muscular. Las enfermedades psiquiátricas también son enfermedades del sistema nervioso, y en concreto del cerebro, generalmente manifestadas por cambios conductuales, del ánimo o de la ideación, en ausencia de una neuropatología manifiesta. La división de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas no es siempre neta y precisa, y muchas veces la separación es por hábitos y tradición. La conducta alterada se debe a cambios cerebrales y fundamentalmente de la corteza frontal.

El síndrome de Gilles de la Tourette es una condición en gran parte hereditaria, que ocurre preferentemente en varones (las mujeres de las familias afectadas suelen tener frecuentemente trastorno obsesivo compulsivo). Este sindrome se caracteriza por tics múltiples que aparecen en la infancia, son oscilantes y persisten el resto de la vida. Pueden asociarse otros síntomas como coprolalia (emisión de palabras obscenas), copropraxia (gestos obscenos) o una variedad de conductas impulsivas.

Existen personas con mayor impulsividad en la toma de decisiones. La impulsividad anormal es un trastorno observado en muchas enfermedades que afectan al lóbulo frontal y en especial a la corteza orbito-frontal. Es también la característica principal del Trastorno de control de Impulsos (TCI). Los TCI se definen en el “Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorder” edición V (DSM-V) como la dificultad para resistir un impulso, una motivación o una tentación de llevar a cabo de manera compulsiva un acto perjudicial para la propia persona o para los demás. Se trata de trastornos complejos de la conducta caracterizados por un incremento de la impulsividad, con respuestas rápidas, repetitivas y poco planificadas ante estímulos internos y externos, desinhibidas y con escasa valoración de las consecuencias negativas tanto para el propio sujeto como para los demás.

Bajo la categoría diagnóstica de TCI en la enfermedad de Parkinson, se engloban el juego patológico, la compra compulsiva, la ingesta compulsiva y la hipersexualidad patológica. Otras conductas impulsivo-compulsivas (CIC) relacionadas incluyen el punding, definido como una intensa fascinación por actividades o movimientos sin finalidad; el hobbyismo, cuando la acción es por una actividad concreta (pintar, tocar un instrumento musical etc.); el walkabout, vagabundeo excesivo y sin rumbo; y el hoarding o trastorno por acumulación o disposofobia, que conlleva el acopio de gran número de elementos de poco o ningún valor objetivo. El Síndrome de Disregulación Dopaminérgica (SDD) se caracteriza por un uso compulsivo de la medicación dopaminérgica (mayoritariamente de tratamientos de elevada potencia y rápido efecto, como la levodopa o la apomorfina subcutánea) asemejándose a la adicción a las drogas recreativas y el TCI se sustenta en una alteración de la regulación de las vías de recompensa en la red mesocorticolímbica.

Aproximadamente el 20% de los pacientes con enfermedad de Parkinson que toman agonistas dopaminérgicos, sufren un TCI, preferentemente en varones, jóvenes y si están previamente deprimidos.

Los cambios de conducta se observan frecuentemente en pacientes que han sufrido un traumatismo craneoencefálico, o que sufren un tumor o tienen un ictus. Estos cambios son variables dependiendo del tamaño, localización y naturaleza de las lesiones, pero también del sexo, del nivel educativo y socioeconómico, así como de la personalidad previa.

Son las enfermedades neurodegenerativas, especialmente las demencias frontotemporales (DFT) y la enfermedad de Alzheimer (EA), las que ocasionan problemas conductuales más importantes.

Las DFT son un conjunto de enfermedades neurodegenerativas que afectan preferentemente la parte anterior del cerebro (lóbulos frontales y temporales). Se manifiestan o bien por cambios de conducta (la variante conductual) o por trastornos de lenguaje (afasias progresivas y demencia semántica). El espectro de las diferentes alteraciones de conducta que pueden observarse desde el inicio del cuadro clínico en la variante conductual es muy amplio, pero pueden resumirse en desinhibición, apatía, perdida de la empatía, conductas ritualistas estereotipadas, hiperoralidad con cambios de conducta alimentaria, y alteraciones de la función ejecutiva. Varios casos clínicos ilustrarán estos diferentes síntomas. Un aspecto interesante de las alteraciones conductuales por lesiones frontales es el trastorno del juicio y de la conducta moral. El caso clásico de Phineas Gage ilustra este problema.

En la EA las alteraciones de conducta son muy frecuentes y alteran la convivencia. Aunque muy variados, observamos que los pacientes se alteran, preocupan y enojan fácilmente, pierden el interés por las cosas, esconden cosas o creen que otras personas les esconden las cosas, imaginan cosas que no están ahí, tienden a deambular y salir de su hogar, caminan incesantemente de un lado a otro, muestran un comportamiento sexual inusual, menos frecuentemente golpean a otras personas y malinterpretan lo que ven o escuchan.

LOS RETOS CIENTÍFICO-TECNOLÓGICOS DE LA ESTRATEGIA DE DESARROLLO NAVARRA S3 – NAFARROA S3 GARAPEN ESTRATEGIAREN ERRONKA ZIENTIFIKO-TEKNOLOGIKOAK.

El pasado 26 de noviembre se celebró en Iruña-Pamplona una jornada dedicada a LOS RETOS CIENTÍFICO-TECNOLÓGICOS DE LA ESTRATEGIA DE DESARROLLO NAVARRA S3 – NAFARROA S3 GARAPEN ESTRATEGIAREN ERRONKA ZIENTIFIKO-TEKNOLOGIKOAK.

La jornada estuvo organizada por JAKIUNDE en colaboración con la Universidad de Navarra, la Universidad Pública de Navarra y SODENA. Se inscribieron más de 200 personas.

La inauguración de la jornada corrió a cargo de la Presidenta del Gobierno, Dña. María Chivite y participaron también de forma activa D. Manu Ayerdi, Consejero de Desarrollo Económico y empresarial y D. Juan Cruz Cigudosa, Consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital.

Participaron 27 ponentes pertenecientes a diversas instituciones navarras, tanto empresas, como centros tecnológicos y universidades. Entre todos se dio una visión sobre el desarrollo de la estrategia S3 en la Comunidad Foral, se comentaron las fortalezas del sistema de I+D+i, y los retos que se deben afrontar en los próximos años en los diferentes sectores de la S3.

Como resultado de la Jornada, D. Esteban Morrás, Académico de Jakiunde, leyó un Manifiesto que os mostramos en este blog.

Esteban Morrás, leyendo el Manifiesto.

 

MANIFIESTO

Navarra, a pesar de ser una comunidad pequeña, ha sido en los últimos veinticinco años una de las regiones del mundo que más ha aportado a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas. Desde esta tierra se ha contribuido a definir el modelo ambiental, social, regulatorio, industrial y financiero con el que las energías renovables ya han superado al Petróleo en ritmo de inversión anual. También han nacido aquí relevantes iniciativas innovadoras en los sectores de Alimentación, Salud, Automoción, así como recientes emprendimientos prometedores en Industrias Creativas y Digitales, o en Turismo Integral.

Esta realidad ha sido posible gracias a contar con dos magníficas Universidades de prestigio Internacional, que han proporcionado a los navarros la oportunidad de acceder al conocimiento con independencia de la disponibilidad económica de nuestras familias de procedencia.

Asimismo, ha contribuido a ello la estrategia firme y continuada de los poderes públicos desde 1982, apoyando a la industria, la inversión y el empleo, utilizando inteligentemente nuestra autonomía. En los últimos años, esta estrategia ha concentrado los recursos en torno a los sectores con futuro, atrayendo al inversor y creando un entorno laboral socialmente atractivo. Es la “Estrategia de Especialización Inteligente S3” elaborada en línea con los principios formulados por la Comisión Europea.

Hoy disfrutamos de una Navarra con un alto nivel de renta, sin grandes desequilibrios sociales, con un desempleo bajo para España, aunque alto para Europa, una tasa de igualdad de género mejor que la media europea, que respeta a los inmigrantes extranjeros, que da empleo a muchos de sus discapacitados, generosa con sus donaciones de órganos y sangre y, en general, con muchos factores que nos hacen sentirnos orgullosos.

Este éxito no debe llevarnos a la complacencia. Estamos asistiendo a una profunda transformación social y económica provocada por innovaciones tecnológicas radicales como la digitalización, la datificación -caracterizada por la generación de una colosal masa de datos provenientes de miles de millones de personas y dispositivos permanentemente interconectados-, y la Inteligencia Artificial, como sistema capaz de reproducir procesos mentales cada vez más complejos. Esta transformación nos sitúa en una de las épocas de progreso más poderosas de la humanidad y afectará de manera imparable a nuestros sistemas científicos, productivos, de movilidad y a nuestra esperanza de vida. Como toda herramienta en manos del ser humano, junto a sus ventajas acarrea el riesgo del abuso y el desequilibrio en sus primeros pasos.

Ante esta revolución, Europa no puede quedarse atrás, ni en el aspecto técnico y empresarial ni en el equilibrio entre el beneficio económico y tecnológico y la protección del ciudadano. Se trata no solo de lo que la tecnología puede hacer, sino de lo que debe hacer: la Inteligencia Artificial ha de convertirse en un instrumento decisivo para la consecución de los objetivos de Desarrollo Sostenible contribuyendo a erradicar la pobreza extrema, reducir las desigualdades y frenar el cambio climático. La liberación del ser humano de las tareas automatizables nos enfrenta al reto apasionante de crear las profesiones del futuro y de buscar nuevas fórmulas para el reparto del trabajo y de la riqueza, para que la oportunidad de mejora llegue a todos.

Estos retos requieren “talento”, es decir, personas innovadoras con una sólida formación académica y humana, comprometidas con su entorno social, que conviertan Navarra en un polo de atracción y no en una región que sufra la descapitalización humana. La sociedad navarra no debe ser simple espectadora sino agente activo de esta transformación, ayudando a configurarla conforme a nuestros intereses y convicciones, en torno a los siguientes conceptos:

El liderazgo, ejercido por nuestros representantes políticos, así como por agentes intelectuales, sociales y empresariales.

La colaboración, creando alianzas entre empresas, startups, agentes del conocimiento (Universidades, Centros de Investigación y Centros Tecnológicos) y las Administraciones Públicas. Navarra debe dinamizar sus políticas de compra pública innovadora y así ayudar a orientar la actividad emprendedora e investigadora hacia los resultados.

La Regulación, necesaria para crear nuevas técnicas normativas que sitúen a Navarra entre las regiones líderes de Europa en calidad de iniciativas regulatorias tecnológicas y en apertura a la transformación, con el objeto de crear nuevos productos y soluciones digitales.

La educación y la formación, pilares básicos en los que se debe incluir la permanente adaptación de nuestros planes de estudios, tanto en formación profesional como en grado universitario; la actualización constante en habilidades digitales para nuestros trabajadores y la promoción de iniciativas para despertar vocaciones técnicas entre nuestros jóvenes.

5G. La revolución digital puede y debe combatir el despoblamiento y la macrocefalia de las grandes ciudades, y para cumplir esos objetivos el despliegue de la banda ancha y de las redes 5G son esenciales.

Y finalmente, la atracción y el retorno del talento, ofreciendo un marco abierto, estable y atractivo para su desarrollo, utilizando nuestra autonomía legislativa y fiscal con un óptimo retorno.

Como conclusión, Navarra debe aprovechar todos sus recursos y capacidades, para hacer de esta tierra un actor relevante en la transformación social que vivimos, contribuyendo al progreso y al bienestar global.

Pamplona-Iruñea, 26 de noviembre de 2019

Académicos de JAKIUNDE presentes en la jornada: Humberto Bustince, Iñaki Pinillos, Iciar Astiasarán, Jesus Ugalde, presidente, Justo Lacunza y Esteban Morrás.

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