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HOTSAK/SONIDOS: Las Ciencias Suenan. Evolución humana y música

HOTSAK/SONIDOS: Las Ciencias Suenan. Evolución humana y música

La académica Conchi de la Rúa fue la encargada de impartir la segunda conferencia del ciclo Las Ciencias Suenan dentro del programa HOTSAK/SONIDOS, coordinado por los académicos Teresa Catalán e Igor Ijurra.

A la conferencia impartida en el auditorio de MUSIKENE, asistió, entre otros, el prestigioso arqueólogo y académico de JAKIUNDE, Jesus Altuna, y la charla fue presentada por el presidente de JAKIUNDE, Jesus Ugalde.

La Profª Conchi de la Rúa, catedrática de Antropología Física de la UPV/EHU, explicó que somos lo que somos fruto de un proceso evolutivo, a lo largo del cual se produjeron adaptaciones biológicas y culturales que facilitaron la supervivencia del ser humano. Planteamos que el arte en general y la música en particular jugaron un papel decisivo en la evolución humana, como formas primigenias de canalizar emociones más allá de las palabras. Exploraremos el origen del ritmo a través de evidencias indirectas. Las piedras talladas más antiguas tienen unos 2,5 millones de años, pero hace 1.7 m.a nuestros antepasados tallaron las piedras con una intencionalidad, dándoles una forma deliberada (cultura achelense), lo que supuso un salto cualitativo. Estudios funcionales de neuroimagen indican que la elaboración de estos artefactos líticos requiere integrar funciones de distintas áreas cerebrales (visual, auditiva y sensoriomotora), que tienen mucho en común con las áreas que se activan al tocar un instrumento musical.

El registro arqueológico muestra que la cultura achelense permaneció durante muchos milenios, hasta que hace unos 100 mil años se produjeron manifestaciones culturales en donde aparece el pensamiento simbólico, que culmina con emergencia del arte parietal. En este contexto, también la música pudo tener un desarrollo importante como medio de expresión de sentimientos y emociones y como una forma de trascender la realidad. En el plano biológico, podemos suponer que la selección natural favoreció a aquellos individuos del grupo con una mayor sensibilidad auditiva, lo que sería vital para la supervivencia, siendo asimismo claves para ayudar a sus congéneres en la superación de las dificultades vitales (conciencia de muerte, soledad…).

En la conferencia la Profª de la Rúa recorrió la genealogía de nuestra especie, presentando las evidencias científicas que arrojan luz al conocimiento del origen de la música. Dado que es una expresión efímera, las evidencias directas son escasas. Diversos testigos sonoros son los restos de huesos perforados a modo de silbato (Bolinkoba, Bizkaia) y las flautas paleolíticas elaboradas sobre huesos de animales, encontradas tanto en yacimientos neandertales (Divje Babe, Eslovenia, 43 mil años) como de Homo sapiens, entre los que destacan las flautas de Hohle Fels en Alemania del Auriñaciense (35 mil años) y la de Isturitz en Baja Navarra del Gravetiense (unos 30 mil años). El análisis acústico de este tipo de elementos sonoros revela que estos instrumentos emiten en la banda de frecuencias que es audible por el oído humano y esto ocurrió desde al menos el tiempo de los neandertales.

Entrevista a Conchi de la Rúa en La Mecánica del Caracol de Radio Euskadi.

Los ciclos de conferencias HOTSKA/SONIDOS cuentan con el patrocinio de Laboral Kutxa.

 

 

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